San José, 5 set (elmundo.cr) – En la XVII Feria Internacional del Libro Costa Rica 2016 (FILCR) se espera la visita de más de 3000 escolares, con el objetivo de acercar a esta población a la literatura nacional e internacional y fomentar en ella el gusto por la lectura.
Estudiantes de aproximadamente 20 escuelas públicas y privadas, asisten en diferentes horarios en los cuales podrán participar de actividades como títeres, cuenta cuentos, actos de magia, teatro, presentación de libros acordes a su edad, talleres de ilustración y utilización de materiales reciclados.
El día de hoy asistirán las escuelas Tres Amigos y Napoleón Quesada, provenientes de Guanacaste y Zapote, respectivamente. Durante el resto de la semana, los centros educativos llegarán de varias zonas del país como la Zona de Los Santos, Abangares, Turrialba, Puriscal, Barrio México, entre otros.
En el caso de la escuela Tres Amigos de Abangares en Guanacaste, un total de 45 niños y niñas, saldrán por primera vez de su provincia para conocer San José.
Luis Bernal Montes de Oca, presidente de la Cámara Costarricense del Libro, expresó que la transformación de una persona a través de la lectura, radica en el conocimiento que adquiere, razón por la cual los niñas y niñas del país deben experimentar, aunque sea una vez durante su desarrollo, el leer un libro.
“Debemos enseñarles a nuestro niños y niñas, el poder que tiene la literatura en nuestras vidas. Promover entre ellos el gusto por los libros y mostrarles a cuantos mundos mágicos podemos acceder a través de los mismos”, agregó.
Por su parte, Sylvie Durán, Ministra de Cultura y Juventud, indicó que “los hábitos culturales más arraigados se adquieren desde temprano en la vida: durante los primeros años de la infancia hasta la adolescencia. El hábito de la lectura, en particular, tiene efectos positivos desde muy temprano en el proceso de desarrollo cognitivo, lingüístico y emocional de las niñas y los niños”.
“El libro estimula y potencia habilidades muy importantes como la adquisición del lenguaje, el desarrollo del vocabulario, la sintaxis y la expresión desde antes del primer año, promueve el pensamiento crítico, la inventiva, la complejidad de pensamiento y la disciplina, ayuda a hacer el puente entre la expresión oral y la lectoescritura”, finalizó la ministra.
