Kassel (Alemania), 2 jul (dpa) – ¿Quién relató hace más de 200 años el cuento de “La cenicienta” a los Grimm? Fue una mujer de la ciudad alemana de Marburgo llamada Elisabeth Schellenberg, según declaró un investigador de la Universidad de Kassel desvelando uno de los grandes misterios en torno a los cuentos de los hermanos alemanes.
“Esa mujer fue la que transmitió oralmente la historia”, explicó el investigador Holger Ehrhardt, que fue quien descubrió el nombre.
Ehrhardt siguió los indicios de las cartas de Wilhelm Grimm a su hermano Jacob y los comparó con los registros de bautismos y fallecimientos de las iglesias de Marburgo, en el oeste de Alemania, así como con las listas de habitantes de los hospicios.
Schellenberg murió pobre y sin niños en 1814. “Pasó sus últimos años de vida en el hospicio de St. Jost”, indicó el experto, que ha publicado al respecto el libro “Die Marburger Märchenfrau” (que se puede traducir aproximadamente como “La marburguesa del cuento”).
En 1810, Wilhelm Grimm intentó que la mujer, de entonces 64 años, le relatara los cuentos que conocía, pero ésta se negó. Gracias a un truco -envió a una mujer y sus hijos a verla- consiguió finalmente que Schellenberg lo hiciera y ésta no solo contó “La cenicienta”, sino también el relato menos conocido “El pájaro de oro”.
De Schellenberg no se conserva ninguna imagen, pero su casa de entonces aún se mantiene en pie. Los nombres de otras fuentes de los cuentos de los Hermanos Grimm ya se conocen desde hace tiempo.
Wilhelm y Jacob Grimm vivieron con interrupciones entre 1798 y 1841 en Kassel. Allí recopilaron sus cuentos infantiles y comenzaron con su diccionario.