Cuando el amor es tabú: una radio donde los afganos abren su corazón

12002280_954456254619756_3847116745204166172_nREPORTAJE

Por Subel Bhandari (dpa)

Kabul, 13 sep (dpa) – La señal de grabación se ilumina y la puerta permanece cerrada. Con voz suave, Hadia saluda a los oyentes de su programa de radio desde la semioscuridad de su estudio en Kabul. “Salaam a todos los amigos que se han conectado a la ‘Noche de los amantes'”.

Los jóvenes afganos desnudan su alma y cuentan sus penas amorosas en este programa que dura unas tres horas y se emite una vez a la semana en la emisora Arman FM 98,1 y que es el primer show de entretenimiento en Kabul desde la caída de los talibanes en 2001.

“Se tata de una plataforma para personas con el corazón roto que quieren compartir sus sentimientos y experiencias”, dice Hadia, que lleva un largo y típico hiyab musulmán. Después se dispone a leer en voz alta los mensajes en Facebook de una oyente.”Querida Hadia, durante cinco años he estado enamorada de un hombre y me obligaron a casarme con otro”, escribe. Cuando la mujer le habló a su marido de sus sentimientos, recibió una paliza.

El programa de radio ha levantado la controversia. En el país islámico el amor es un tabú, las citas están prohibidas y muchos jóvenes siguen siendo obligados a casarse contra su voluntad.

Y aunque Afganistán se ha modernizado en la última década, en la sociedad sigue dominando una tradición conservadora. “No se habla abiertamente sobre el amor y el enamoramiento”, explica Hadia. “Las familias no quieren que sus hijos e hijas se enamoren. Es un tabú”.

Pero los smartphones e Internet han cambiado la comunicación de los jóvenes afganos. Los adolescentes se escriben y flirtean con ayuda de sus teléfonos móviles pero la mayoría de las ilusiones están condenadas al fracaso y acaban con penas de amor.

Y aquí entra en juego el programa de radio. La “Noche de los amantes” se emite en 18 de las 34 provicias de Afganistán. Los jóvenes llaman o escriben emails para contar sus penas. La mayoría son mujeres que no dan a conocer su identidad.

En cada programa Hadia y su compañero Omid tratan unas 20 historias. Y siempre tratan del amor: amor a primera vista, amor no correspondido… en muy pocas ocasiones con un final feliz. Entre lágrimas un joven cuenta cómo ha abandonado a su familia por otra mujer y ahora ella lo ha engañado.

La idea fue del director de la radio, Sameen Sadat. Al volver a casa una noche observó a un grupo de jóvenes que hablaban por teléfono y enviaban mensajes. “Se reían como se hace cuando se está coqueteando”, señala. El show arrancó el día de San Valentín del año pasado.

“Sólo contamos historias”, cuenta Hadia. “No damos consejos”. Las historias son colgadas en Facebook y ahí es donde se dan las reacciones. Miles de personas siguen la publicación, le dan a “me gusta” y publican comentarios, y no sólo fans. “Al principio había mucha resistencia y fuimos amenazados”, cuenta Hadia. Pero la cifra de comentarios malos se ha reducido.

La historia de una joven que fue violada por su gran amor ha sido compartida más de 3.000 veces en Facebook. El suceso conmocionó a muchos afganos, cuenta Sameen. “Amenazaron con matar al violador”. La mujer fue detenida por la policía, pues muchas víctimas de violación son encarceladas en Afganistán acusadas de adulterio. Poco ha cambiado una ley aprobada en 2010 que pretende proteger a las mujeres de la violencia.

Los autores del show ofrecieron a otras mujeres de una prisión de Kabul contar sus experiencias, pues tenían claro que muchas están encarceladas por motivos amorosos. “A veces las familias las envían a prisión porque están enamoradas”, cuenta Hadia. En estas ocasiones las historias son muy tristes.

Pero la moderadora también se sorprende de que tantos jóvenes se arriesguen tanto por amor. Una oyente dejó a su marido por su gran amor. Por ello ambos tuvieron que pasar cinco años en prisión. Ahora son pareja pero el marido de ella le quitó al hijo que tenían en común. “Estoy feliz de poder estar con mi amado”, escribe la mujer al show. “Pero estoy triste porque tenía un hijo y no sé dónde y cómo está”.

Por eso pide a las familias afganas que no casen a sus hijos contra su voluntad. “Deben cuidar que sean felices”, señala.

Últimas noticias