San José, 8 may (elmundo.cr) – De esta manera reaccionó el diputado del Frente Amplio, José María Villalta a las medidas económicas del gobierno que anunció la ministra Pilar Garrido, al presentar la planificación estratégica post COVID-19.
Villalta señaló que “enfrentamos una gravísima crisis socioeconómica. Se proyecta que la economía nacional padecerá el segundo mayor decrecimiento desde 1950. Ante esto, es inaceptable que las medidas del Gobierno sean una suma de tibiezas, acciones que igual se harían en tiempos de normalidad y hasta la presentación de acciones ya tomadas como parte de su propuesta”.
“El Plan del Gobierno es insuficiente. Una serie de medidas individuales no le hará ni cosquillas a los retos económicos y sociales que tenemos que enfrentar. Aunque algunas de las propuestas son necesarias, muchas son obligaciones que el Gobierno ya debía cumplir con o sin pandemia. Y otras son medidas aisladas sin efectos en el corto plazo, tal y como es urgente. Este momento excepcional requiere medidas excepcionales”, agregó.
Para el legislador “los 900 mil millones que anuncian para créditos de bancos estatales parecen ser apenas otra directriz del Gobierno pidiendo a los bancos que presten la plata que igual ya habían decidido prestar. Y por supuesto, esos créditos serán inaccesibles para las empresas pequeñas si se prestan en condiciones comerciales. Las condiciones deben ser lo más cercanas a tasa cero”.
“Pero si el Gobierno realmente quiere apoyar pequeños emprendimientos, el primer paso debería ser girarle el presupuesto que le corresponde a Banca para el Desarrollo, ya que como denunciamos el año pasado, el Ministerio de Hacienda le recortó la transferencia que correspondía a este año. Y más que eso: se deberían multiplicar esos recursos transferidos, al mismo tiempo que se asegure con medidas contundentes que los bancos comerciales van a obedecer las directrices de uso de los recursos del Sistema de Banca para el Desarrollo”, sostuvo.
Villalta indicó que “estamos de acuerdo con el desarrollo de obra pública para impulsar la economía. Pero para que esta medida contracíclica sea efectiva no basta con invertir lo que ya se tenía previsto para tiempos de normalidad. El gasto en obra pública debe aumentar para poder hacerle frente al altísimo nivel de desempleo. Y hacer esto, por supuesto, exigiría que el Gobierno abandone la ortodoxia fiscalista que les hace creer que el mero equilibrio fiscal es su única meta, mientras el desempleo y la precarización laboral sigue en franco aumento”.
“Una ortodoxia que tiene otra cara: porque aunque insiten en el equilibrio fiscal como objetivo sagrado, no se atreven tampoco a señalar la urgencia de un aporte tributario mayor de las grandes rentas y riquezas para fortalecer las finanzas públicas, asegurar recursos para atender la emergencia y fortalecer y desarrollar una Estado Social de Derecho capaz de responder a los retos de las nueva normalidad post-COVID”, comentó.
Villalta coincide en que el cáñamo es un cultivo que puede dinamizar y diversificar la producción agrícola, “pero lamentamos que la propuesta sea tan tímida y no considere el cannabis medicinal y su potencial para la investigación médica. Los pequeños productores nacionales exigen propuestas serias que les permitan colocar sus productos en el mercado nacional con condiciones justas”.
Según Villalta “lo más preocupante es que el gobierno insista en la flexibilización de jornadas. La iniciativa consiste en permitir que las jornadas laborales se extiendan hasta 12 horas sin pago de horas extra a cambio de un día libre más. Al día de hoy no existe ningún estudio o criterio técnico que demuestre que ese proyecto aumente la oferta de empleo, pero sí sabemos que trabajar jornadas extenuantes tiene efectos nocivos sobre la salud de las personas. En medio de una crisis sanitaria y económica es perverso proponer que se ponga en riesgo la salud de las personas trabajadoras y crear falsas expectativas de empleo”.
“El presidente no puede seguir esquivando las discusiones pendientes. Nuestro sistema económico reproduce desigualdades abismales entre hogares y entre empresas. Esas desigualdades son un obstáculo para que todas y todos podamos enfrentar la pandemia de forma efectiva y con dignidad. Nos quedamos con la sensación de que la única agenda del equipo económico gubernamental es seguir actuando casi como si no tuviésemos enfrente una crisis económica de la magnitud que realmente tiene”, concluyó.