San José, 13 ene (elmundo.cr) – La diputada del Partido Liberal Progresista, Kattia Cambronero, manifestó que Costa Rica es un país pequeño en territorio, pero grande en biodiversidad, siendo esto un recurso invaluable para el país ya que, no solamente es reservorio de recursos económicamente aprovechables, sino que representa un cúmulo de conocimiento científico y ancestral infinito.
Para la legisladora, el Protocolo de Nagoya ya fue firmado por Costa Rica desde más de 10 años, en el 2011, pero aún no ha sido ratificado ni puesto en práctica por el país.
“Este protocolo es de vital importancia para el desarrollo de los territorios rurales porque reconoce los beneficios de la diversidad biológica como un incentivo para su conservación y uso sostenible. Además, facilita el acceso a los recursos genéticos para la investigación, desarrollo y comercialización en industrias como la farmacéutica, biotecnológica, cosmética, entre otras; contemplando medidas para vigilar y aumentar la transparencia en su utilización. El regular estos procesos busca garantizar la distribución justa y equitativa de sus beneficios”, compartió Cambronero.
La congresista agregó que según datos de BIOFIN-PNUD, el valor total del capital natural de Costa Rica es de 14,5 billones de dólares anuales, que equivalente a 23% del PIB del 2019. Solo en el ámbito de la industria farmacéutica se ha desarrollado una fuente muy importante de innovación y desarrollo económico y social que, durante el 2021, en el mundo generó aproximadamente 1,42 trillones de dólares.
“Ratificar el Protocolo de Nagoya en Costa Rica, abrirá una puerta muy importante para que pequeñas y medianas industrias de todo el país accedan a recursos de cooperación, conocimiento y facilidades en la tramitación para el desarrollo de sus productos naturales. También dará trazabilidad a los insumos genéticos fuera del territorio por medio de una red de control internacional compuesta por los países miembros”, añadió la parlamentaria.
Además, señaló que muchas instituciones costarricenses tendrán acceso a permisos para realizar investigación básica, para el desarrollo de proyectos académicos y productivos sobre nuestra biodiversidad genética, incluso para la toma de decisiones en temas de conservación.
Para la diputada Kattia Cambronero “el proyecto para ratificar el Protocolo de Nagoya, es un proyecto de ley que YA CUMPLIÓ con todos los procesos legislativos; que ya fue consultado a todas entidades pertinentes y que cuenta con la mayoría de aprobación de los diputados en el Congreso”.
“Su aprobación es de vital importancia por los incalculables beneficios económicos y de atracción de inversión para zonas reprimidas del país. No es justo que por más tiempo le sigamos negando a las comunidades e instituciones el acceso a herramientas para el uso responsable de nuestros recursos biológicos”, concluyó Cambronero.
El expediente 21.550 que define la aprobación del Protocolo de Nagoya, fue ampliamente discutido por la legislatura anterior, superando todas las etapas para su aprobación y actualmente se encuentra en discusión en el Plenario Legislativo a la espera de ser votado en primer debate.
