Por Ezequiel Becerra
Peñas Blancas, 17 nov (AFP) – Unos 2.000 cubanos permanecían atrapados este lunes en un limbo migratorio en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, luego de que Managua les negara el paso en su trayecto hacia Estados Unidos.
Alrededor de la localidad fronteriza costarricense de Peñas Blancas, los cubanos han improvisado sitios para descansar en parques, gimnasios y estacionamientos, en espera del permiso de Nicaragua para seguir su recorrido.
“Usted ve que por todos partes están los cubanos, en cualquier lugar que usted mire hay un cubano tirado en el piso”, contó este lunes a AFP Hiram Iser, un cubano de la provincia de Granma (oriente), de donde salió hace dos semanas en un vuelo a Quito, desde donde emprendió su viaje por tierra a Estados Unidos.
– Frontera militarizada –
Iser lamentó la agresión que sufrieron sus compatriotas cuando intentaron traspasar la frontera a Nicaragua, pero fueron repelidos violentamente por policías y militares, quienes usaron balas de goma y gases lacrimógenos para devolverlos a Costa Rica.
“Aquí hay niños pequeños, mujeres embarazadas. Somos más de mil personas, sería un crimen si nos obligan a devolvernos”, expresó Iser, de 32 años.
Cubanos en Miami se manifestaron este lunes contra el maltrato sufrido por sus compatriotas, mientras que el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos condenó la represión a los migrantes.
La presencia de los cubanos desencadenó un duro intercambio diplomático entre los dos países centroamericanos luego de que Managua les negó el paso el domingo, al acusar a Costa Rica de violar su soberanía al autorizar el paso de los isleños.
La embajadora nicaragüense ante la ONU, María Rubiales, declaró el lunes que la decisión de San José de permitir el paso de los cubanos viola la soberanía de Nicaragua.
“Estamos informando a la comunidad internacional de esta acción irresponsable y violatoria de nuestra soberanía por parte del gobierno de Costa Rica”, dijo Rubiales a medios oficiales nicaragüenses.
El canciller costarricense, Manuel González, dijo que envió a Nicaragua una “enérgica protesta” por lanzar al ejército contra los cubanos.
“He remitido una nota de protesta esta mañana muy enérgica al canciller nicaragüense, expresándole un rechazo absoluto no solo a la reacción desproporcionada de mandarle un ejército a una población civil, migrante, pacífica, sino especialmente por el tipo de acusaciones arbitrarias e infundadas que se han hecho en contra de Costa Rica”, declaró González en conferencia de prensa.
Defendió que la situación de los cubanos sea discutida entre todos los países involucrados en su trayecto migratorio.
Cerca de 1.000 cubanos se aglomeraron el pasado jueves en la frontera de Costa Rica con Panamá, y el número subió a 1.700 el fin de semana, según la directora de Migración costarricense, Kathya Rodríguez.
Sumado a otros isleños que se encontraban en Costa Rica, fueron cerca de 2.000 los migrantes que se trasladaron hacia la frontera con Nicaragua, luego de que San José les otorgó una visa temporal de una semana para que pudieran continuar su trayecto hacia Estados Unidos.
– Flujo constante –
Los dos países centroamericanos mantienen una relación tirante desde que en 2010 Costa Rica acusó a Nicaragua de invadir el pequeño territorio limítrofe de Isla Portillo, mientras Managua acusó a San José de causar daños ambientales en el fronterizo río San Juan con la construcción de una carretera paralela al afluente.
Esos casos motivaron denuncias ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
La directora de Migración de Costa Rica dijo que los cubanos constituyen un “flujo constante” que crece todos los días en la frontera con Panamá.
Precisó que los migrantes de Cuba llegan en avión a Ecuador, donde no requieren visa para ingresar, y se trasladan por tierra a Colombia y en lancha hasta Panamá, donde continúan su recorrido por tierra hasta Estados Unidos.
Washington mantiene la política de dar residencia a los cubanos que ponen un pie en territorio estadounidense.
En los meses recientes, tras la reanudación de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, el paso de cubanos por Centroamérica en ruta a Estados Unidos se multiplicó ante el temor de perder los privilegios migratorios en ese país.
Rodríguez lamentó que los cubanos fueron repelidos por las autoridades de Nicaragua, e insistió en la necesidad de un mantener un “corredor humanitario” para facilitar su paso.
“Lo que corresponde hacer es un corredor humanitario para facilitar el paso de esas personas, que no pretenden quedarse en nuestros países, para que puedan llegar a su destino”, declaró Rodríguez.