Puntarenas, 21 feb (elmundo.cr) – Laura Borbón, una líder comunal de la comunidad indígena de Rey Curré, ubicada en el cantón de Buenos Aires de Puntarenas en Costa Rica, celebra junto a otras 30 familias la culminación de un esfuerzo de varios años que dejó como resultado un proyecto que transformó sus vidas: contar con una vivienda segura y propia.
Durante varios años trabajaron para que este sueño fuera una realidad, ya que varios eventos climáticos extremos les hicieron perder pertenencias y poner en riesgo sus vidas.
Fue cuando el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó los recursos del Programa de Emergencia para la Reconstrucción Integral y Resiliente de Infraestructura (PROERI) que el Gobierno incluyó este proyecto entre la infraestructura a ser atendida con prioridad.
“Yo ahora digo: Gracias mi Dios porque tenemos un techo y nunca se nos va a meter el agua. Les agradecemos a ustedes las instituciones que nos dan esta bendición de contar un techo a las familias que mucho lo necesitamos”, expresó emocionada Reina Mavisca desde la comodidad de su nuevo hogar, equipado con dos habitaciones, cocina, sala y una terraza.
El éxito en Rey Curré es solo una parte del componente de vivienda de PROERI, en el que se están ejecutando otras 310 viviendas en comunidades vulnerables como Alajuelita, Aserrí y Desamparados en San José, Golfito en Puntarenas y Tortuguero en Limón, con una inversión superior a los US$12 millones proveniente del financiamiento aprobado por el BCIE por US$700 millones, el cual también continúa avanzando en otros componentes esenciales para la resiliencia del país como puentes, carreteras, vías férreas y centros educativos.