Ginebra (dpa) – En vez de ir al colegio, pican piedras, aran campos, cargan bultos o lustran zapatos: Unos 120 millones de niños entre los 5 y los 14 años se ven obligados a trabajar en el mundo. Eso quiere decir que muchos chicos o chicas de tu edad debe llevar a cabo labores de un adulto para poder ganarse la vida o ayudar a su familia.
Para luchar contra esto, existe el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se celebra el 12 de junio. Este año centrará su atención sobre todo en la importancia que tiene una buena educación para evitar que niños tengan que trabajar.
En este sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que tiene su sede en la ciudad suiza de Ginebra, hizo un llamado en favor de:
– una educación de calidad, gratuita y obligatoria para todos los niños hasta por lo menos la edad mínima de admisión al empleo
– nuevos esfuerzos para asegurar que las políticas nacionales sobre trabajo infantil y educación sean eficaces
– políticas que garanticen el acceso a una educación de calidad y que se invierta dinero para que haya suficientes profesores y maestros.
La mitad de los niños que trabaja lo hace en condiciones que ponen en peligro su salud o su seguridad, como pueden ser empleos en los que se utiliza material peligroso o trabajos nocturnos. También hay muchos niños que son explotados sexualmente, es decir son obligados por adultos a tener relaciones sexuales.
En los países de Asia y África es donde más niños trabajadores se han contabilizado. Pero también los hay en Latinoamérica, el Caribe y en Cercano Oriente.
De todas formas, hay un rayo de esperanza: Entre los años 2000 y 2012, el número de chicas y chicos obligados a trabajar disminuyó en casi 80 millones.
La OIT dice que esto se debe a que los países protejan más a los niños, estableciendo en sus leyes una edad mínima laboral o prohibiendo las peores formas de trabajo infantil.
