Madrid (dpa) – Ropa, zapatos, teléfonos móviles. Todos estos productos son fabricados por trabajadores en países muchas veces lejanos al consumidor que los compra. Y no siempre estos empleados reciben un trato justo. Estos son tres consejos para que tú puedas ayudar a que ello no ocurra:
1. ¡Habla sobre el tema! No todos los usuarios ni muchos de los vendedores saben los problemas que puede haber en el proceso de fabricación. Cuanta más gente se preocupe por el tema, más posibilidades habrá de que algo cambie.
2. ¡Averigua! Si te interesa el comercio justo, pregunta dónde se consiguen productos que cumplen con sus reglas, indaga en Internet qué productos se comercializan con garantía de respeto a los productores. Al preguntarle a un vendedor sobre ello le harás notar que es importante para los usuarios manejar productos de fabricación y comercialización justa.
3. ¡Cuida tus cosas! Si evitas que tu ropa se rompa a los pocos días y no dejas caer el teléfono celular no sólo te ahorras un gasto innecesario. También cuidas el medio ambiente. La fabricación de cada producto requiere siempre materias primas, gasto de energía y trabajo humano.
