Se trata de un esfuerzo entre esas tres instituciones, apoyado además por agencias de cooperación internacional y cuyo plan lleva ya un avance del 60%.
“La iniciativa aspira a que los productores agropecuarios y agroindustriales de todo el territorio nacional mejoren su competitividad y disminuyan el impacto ambiental, utilizando los residuos agrícolas orgánicos (RAO) para la generación de energías limpias, a través de la optimización de métodos y procesos”, explicó el gobierno costarricense.
Con la implementación de este programa, se estima que la agroindustria y la producción agropecuaria costarricense podrán mitigar anualmente 1,175 millones de toneladas de CO2 en energía térmica y 79.000 toneladas de CO2 en energía eléctrica. Además, reducir costos con la modernización de procesos.
“El objetivo es consolidar la generación de energía limpia por parte de productores nacionales, a partir de los residuos orgánicos que generan. Con ello, lograrán reducir su huella de carbono, proteger el entorno e incrementar sus utilidades”, comentó Carolina Hernández, coordinadora del Programa Biogás del ICE.
Según Hernández, “el borrador de la iniciativa ha avanzado un 60%, estará listo en enero del 2016 y la ejecución a partir de junio de ese mismo año”.