San José, 12 ene (elmundo.cr) – La Junta Directiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) acordó aumentar el aporte estatal y de los trabajadores, como medida a corto plazo para salvar el régimen de pensiones.
Así lo confirmó este jueves la Presidenta Ejecutiva de la CCSS, María del Rocío Sáenz Madrigal, durante una comparecencia ante la Asamblea Legislativa tras destaparse que el régimen de pensiones IVM entrará en crisis en los próximos años, si no se toman medidas paliativas.
De acuerdo con la jerarca, una vez aplicado el incremento del 1%, el aporte pasará del 2,84% a 3,84% del salario de los 1,4 millones de trabajadores cotizantes al IVM, mientras que el aporte estatal subirá 0,66%, hasta el 1,24%.
Si las autoridades de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) no toman medidas a corto plazo, el régimen de pensiones por Invalidez, Vejez y Muerte entrará en crisis a partir del año 2027.
Esa fue una de las conclusiones a las que llegó un grupo de investigadores de la Universidad de Costa Rica, a quien la Caja les encargó el desarrollo de un estudio actuarial del sistema de pensiones para determinar su sostenibilidad en el tiempo.
El informe apunta que el seguro IVM se encuentra en un proceso de transición demográfica y financiera, caracterizado por una reducción del radio de soporte, un aumento en los costos sobre los salarios y un debilitamiento del cociente de reserva.
“El primer indicador se redujo en 2015 a su nivel más bajo observado en los últimos 35 años, alcanzando 6,7 cotizantes por pensionado. En el mismo año el segundo indicador representó el 8,96% sobre los salarios, lo que significa un aumento del 34% con respecto al valor observado en el año 2000. El tercer indicador se redujo de 3,61 gastos anuales en 2005 a 2,44 gastos anuales en 2015, lo cual representa un deterioro del 32%”, dice el informe de la Universidad de Costa Rica.
Para quienes desarrollaron el informe, la situación se debe al proceso de envejecimiento de la población, los altos índices de natalidad y fecundidad del período 1940-1965, el incremento en la esperanza de vida, el aumento de cobertura promovido en las décadas de 1970 y 2000, su estancamiento a partir de 2010, la crisis económica de 2009, la reforma de 2005 que concedió beneficios adicionales de pensión proporcional y reducida, los ajustes al monto de la pensión mínima entre 2005 y 2009 y la falta de actualización de la base mínima contributiva entre 2006 y 2009.
Si bien la situación “es complicada”, de acuerdo con los investigadores la misma puede solucionarse si se actúa con rapidez.
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