Teatro Nacional rinde homenaje a la CCSS por atención de pandemia y 80 aniversario

San José, 5 ago (elmundo.cr) – Este miércoles el Teatro Nacional rindió homenaje a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por su trabajo durante esta pandemia y los 80 años de la institución, de forma simbólica veinte funcionarios fueron los encargados de mover el tornillo sin fin, un sistema que permite elevar o bajar la sala principal de este magno recinto según la actividad que se desarrolla.

Con la expresión “la cultura también es salud” el doctor Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la CCSS se mostró agradecido por el homenaje, para él la acción que realizaron los funcionarios la mañana de este miércoles, al bajar con su fuerza, músculos y temple el piso de la sala principal del Teatro Nacional, representa como la institución ha estado al frente de la pandemia y como poco a poco el país camina hacia la normalidad.

“Es muy simbólico porque es el músculo de la Caja el que nos está llevando a un país cada vez más normal, que incluye también a la cultura”, expresó el doctor Macaya.

Por su parte, Karina Salguero Moya, directora general del Teatro Nacional explicó que el piso de la luneta se mantuvo levantado para poder realizar grabaciones y mantener el teatro activo durante la pandemia.

“Hoy vuelve a bajar con el fin de reactivar las funciones presenciales tan esperadas por el público y los artistas. Este acto que se realiza una vez al año, para nosotros es de suma importancia más en este momento y queremos dedicarlo a todo el personal de la CCSS que se ha mantenido al frente de esta emergencia provocada por la covid-19, en el Teatro Nacional de Costa Rica estamos muy agradecidos por el gran trabajo del sector salud y por los 80 años de esta institución que se celebran en noviembre”, expresó la directora.

En la actividad participaron el doctor Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la CCSS, el doctor Roberto Cervantes Barrantes, gerente general, el doctor Mario Ruiz Cubillo, gerente médico, los directores de los hospitales nacionales y especializados, además del jefe del CEACO, entre otros.

El Teatro Nacional es de los pocos recintos en el mundo que utilizan este sistema mecánico fabricado en 1897 y que se mantiene en perfectas condiciones.

El tornillo sin fin está en el sótano, para entrar se bajan unas gradas y se debe pasar un túnel angosto todo recubierto en paredes de ladrillo con tonos ocre. Al salir del túnel se observan grandes vigas metálicas las cuales están ligadas a seis tornillos que se conectan entre sí con engranajes al sistema de giro.

Por lo general el piso de la sala principal se sube para actividades especiales como traspasos de poderes, cenas de estado o espectáculos que así lo requieran. Este miércoles bajo para habilitar la luneta, y recibir de nuevo los aplausos del público.

Las primeras funciones serán el domingo 8 de agosto, a las once de la mañana y a las cinco de la tarde, con la obra Anansi una odisea afro.

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