San José, 7 may (elmundo.cr) – Este domingo Rodrigo Chaves será investido como el presidente 49° de la República de Costa Rica y su juramento lo hará sobre la Biblia de Jerusalén.
Según informó Radio Santa Clara, el presidente electo compró la biblia en la librería Katholikós, ubicada en Rohrmoser, propiedad de Javier Torres y Bernardo Herrera.
Con esta acción Chaves retomará la tradición de dar gracias a Dios durante el traspaso de poderes. Además durante la actividad estarán presentes monseñor José Manuel Garita Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal y el pastor Jorge Gómez Varela, presidente de la Alianza Evangélica Costarricense, que orarán por el país y por el nuevo gobierno.
La Biblia de Jerusalén (BJ) es una versión católica elaborada en francés bajo la dirección de la Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén.
La BJ es valorada por sus introducciones, notas a pie de página, y riqueza de sus paralelos en el margen, es considera como un texto excelente para la exégesis bíblica y la Lectio Divina.
La Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén utilizó los textos originales en hebreo, arameo y griego para su versión en francés, en vez de la Vulgata de San Jerónimo.
En el caso de la traducción en español emplearon también los escritos originales en hebreo, arameo y griego para el texto bíblico; mientras que la presentación, títulos, introducciones, notas y apéndices fueron traducidos de la versión francesa de la BJ.
En Estados Unidos la mayoría de sus presidentes juran sobre una biblia, esta tradición comenzó con George Washington. Cuando Barack Obama se convirtió en presidente por segunda ocasión, hizo su juramento sobre dos biblias, una le pertenecía a Abraham Lincoln y la otra a Martin Luther King Jr. En 2016, Donald Trump utilizó dos Biblias para su juramento: la propia y la que perteneció a Lincoln. En el caso de Joe Biden utilizó una biblia que ha estado en su familia desde 1893.
En España también existe la tradición que al tomar posesión del cargo el presidente del gobierno una biblia y un crucifijo escolten al ejemplar de la Constitución.
Este tipo de tradiciones es criticada por algunos políticos progresistas que señalan que este tipo de símbolos religiosos deben ser retirados en los actos en los que los cargos públicos acatan la Constitución mediante juramentos, justificándose en que estos países son Estados aconfesionales.
Cabe destacar que el caso de Costa Rica es distinto, ya que desde su origen como República independiente ha sido un Estado confesional y su Constitución Política en su artículo 75 establece que: “La Religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres”.
Algunos figuras políticas en Costa Rica han propuesto que esto debe cambiarse y que Costa Rica debe convertirse en un Estado laico, sin embargo la discusión aún no se ha planteado a nivel de reforma constitucional en el seno del Congreso.
