Rodrigo Arias: El odio y la división no tienen cabida en el corazón costarricense

San José, 7 nov (elmundo.cr) – El presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, señaló que “es nuestro deber, como representantes del pueblo costarricense, preservar y fortalecer esa paz y democracia que nos fue heredada, y que nosotros mismos tenemos la obligación de heredar a las futuras generaciones”.

Las declaraciones de Arias se dieron en el marco de la celebración del Día de la Democracia y el 75 aniversario de la Constitución Política durante la sesión solemne en la Asamblea Legislativa.

Arias insistió en que “es nuestro deber, como representantes del pueblo costarricense, preservar y fortalecer esa paz y democracia que nos fue heredada, y que nosotros mismos tenemos la obligación de heredar a las futuras generaciones”.

“El camino hacia una democracia plena y justa nunca está exento de dificultades, pero son precisamente estos desafíos los que nos permiten crecer y consolidar los valores que sostienen nuestra patria”, aseguró.

El presidente del Congreso recalcó que “Costa Rica, en su pluralidad democrática, tiene el deber de avanzar siempre con una mirada introspectiva. Cada paso que damos nos obliga a examinar nuestra realidad, a reconocer tanto nuestras fortalezas como reconocer nuestras debilidades y falencias. Este ejercicio de autocrítica nos enaltece, nos permite ajustar el rumbo cuando es necesario y nos impulsa a construir un país más justo y equitativo”.

“Hoy, al mirar hacia adelante, debemos recordar que el odio y la división no tienen cabida en el corazón costarricense. Debemos ver con cautela a quienes, al volver la vista atrás, solo ven sombras y nubarrones; también a quienes constantemente nos dicen que todo lo que hacemos hoy está mal; así como a aquellos pesimistas que no vislumbran un futuro mejor”, sostuvo.

Arias afirmó que “Costa Rica ha tenido un pasado digno de admirar y que tiene un mañana promisorio. Depende únicamente de nuestra férrea voluntad poder alcanzar el destino que nos espera”.

“Nuestro deber es continuar tendiendo puentes de diálogo y mirar al porvenir con optimismo, con la determinación de construir un país que brinde oportunidades para todas y todos. No hay progreso donde la casa está dividida. La confrontación solo nos debilita como nación. Por ello, sigamos siendo un ejemplo de paz y democracia para el planeta. Celebremos el pasado, honremos el presente, abracemos el futuro con esperanza”, concluyó.

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