San José, 28 ago (elmundo.cr) – El diputado Rodolfo Peña del Partido Unidad Social Cristiana se refirió a la aprobación en segundo debate del expediente 22.018 «Autorización al gobierno de la República para la contratación de un crédito por medio del instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para apoyo presupuestario en la atención de la emergencia COVID-19».
La iniciativa contó con el apoyo de 40 diputados.
Sin embargo, Peña afirma que «las cosas hay que decirlas como son: una cosa es sustituir deuda cara por deuda barata, y con ello ahorrarle al país millones de dólares, y otra muy distinta es aumentar el nivel de la deuda del país».
Para el legislador, es fundamental comunicarle a los costarricenses que este préstamo que se aprobó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por $504 millones, no aumenta el nivel de deuda, sino que sustituye una deuda más cara (que ya existe) que contrae el gobierno en el mercado financiero. Esa sustitución le ahorra al país cerca de $157 millones en intereses en cinco años.
Asimismo, señaló que esta operación se respalda en el capital que tiene Costa Rica en el mismo FMI como país miembro. Por eso, no implica tener que aprobar condiciones específicas.
Además, el legislador advirtió que «sí tiene condiciones es el acuerdo de «Stand By» que pretende el Gobierno con el FMI. Algo que nada tiene que ver con el empréstito aprobado el día de hoy. Sin embargo, todas esas eventuales condiciones deberán llegar a la Asamblea Legislativa para ser discutidas y someterse a votación».
El diputado aseveró que esta Fracción no estará dando sus votos para impuestos de renta mundial, renta global, aumento del IVA; y otra serie de impuestos que podrían ser parte de lo solicitado en el acuerdo Stand By.
«Por eso es que hoy apoyé este empréstito, porque financieramente es una decisión correcta, lógica y sensata. Si este crédito hubiese tenido condiciones, hubiese sido el primero en votarlo en contra», explicó.
Finalmente, Peña aseguró que «hoy lo que hicimos fue generarle un importante ahorro al país al cambiar una deuda con una tasa de interés del 6,9% por una deuda con una tasa del 1,55%. Una decisión financiera sensata, lógica e impostergable».
