San José, 5 dic (elmundo.cr)- La Península de Osa cuenta con gran riqueza natural y prueba de ello, es que aquí se encuentra el último bosque tropical húmedo de la costa pacífica de Centroamérica; mientras que la Reserva Forestal Golfo Dulce, alberga uno de cada tres árboles en peligro de extinción del país.
Esto lo convierte en una zona perfecta para el turismo, sin embargo, su desarrollo cuenta con pocas oportunidades de crecimiento, lo que representa un estancamiento para la población local.
Ante ello, decenas de emprendedores de la zona decidieron unirse para llevar a cabo el proyecto “Caminos de Osa”, que utiliza el turismo como herramienta para mejorar la calidad de vida de la población y promover el desarrollo integral y sostenible de las comunidades.
“Llevamos un proceso de preparación desde hace dos años, para convertirnos en la primera agencia turística operada por líderes comunales y pequeñas empresas rurales en el país”, explicó Susana Matamoros, Secretaria de la Junta Directiva de la Asociación Caminos de Osa.
De esta forma, la innovadora propuesta contempla tres rutas de aventura por la Reserva Forestal Golfo Dulce, ofreciendo una opción que incentiva el turismo rural comunitario dentro de la zona.
Es decir, cruzando el Camino del Oro, el Camino de la Selva o el Camino del Agua, el visitante podrá disfruta de las riquezas naturales y a su vez encontrar distintos emprendimientos que le mostrarán la historia, cultura y sabiduría que encierra la región.
“Gracias al proyecto, la tala, la extracción de oro y la cacería dejaron de ser las únicas formas en que se podía sobrevivir aquí. Ahora la persona que antes cortaba el árbol cuida al bosque y quien mataba al jaguar se dedica a protegerlo, para que los turistas puedan apreciarlo”, señaló.
Para llevar a cabo el proyecto, se contó con el apoyo de las comunidades locales, el sector público y el privado, quienes trabajan en conjunto para el desarrollo de dicha región.
