San José, 08 sep (elmundo.cr) – La designación de Margarita Salas como candidata a la vicepresidencia por el Frente Amplio no pasó desapercibida y ha generado cuestionamientos debido a sus propios señalamientos pasados contra la línea política del partido.
En mayo de 2018, Salas publicó en su cuenta de Twitter: “Esta es una de las cosas que me separan irreconciliablemente del FA: cuando se trata de regímenes de izquierda siendo autoritarios, matizan, suavizan. Lo hacen con Venezuela y Nicaragua, una pena.”

Sus palabras, en las que calificaba de “irreconciliables” las diferencias con el Frente Amplio, contrastan de manera evidente con su actual papel como fórmula vicepresidencial del mismo partido. La contradicción abre dudas sobre la coherencia política de su candidatura y plantea la pregunta de si se trata de una auténtica convicción o de un acomodo estratégico.
Para críticos del Frente Amplio, la inclusión de Salas no solo evidencia incongruencia, sino que también refleja la falta de una línea clara frente a regímenes autoritarios de izquierda en la región. El giro en el discurso de quien antes los señalaba con firmeza, y que ahora representa al partido que ella misma cuestionaba, se percibe como una muestra más de la flexibilidad ideológica con la que se manejan ciertas candidaturas.