Limón, 1 jun (elmundo.cr) – La planta térmica Moín I que generó electricidad durante 39 años se apagó para siempre a la media noche de este miércoles 1 de junio.
La decisión la adoptó el Instituto Costarricense de Electricidad, luego de que se pusiera en operación las primeras turbinas del proyecto hidroeléctrico Reventazón.
Esta planta de 39 años de edad aportaba solamente el 1% de la energía total que tiene hoy el Sistema Eléctrico Nacional.
Alberto Ramírez, director de generación del ICE afirmó que la planta estaba deteriorada y el ciclo de vida útil ya había pasado.
Moín I está ubicada en Sandoval, en el centro de Limón y está compuesta por cuatro unidades generadoras con motores de combustión interna operados con búnker.
Los trabajadores de esta planta, según afirmó la entidad en un comunicado de prensa, pasarán a laborar a otras áreas del sector electricidad del ICE, mientras que otros irán a trabajar al PH Reventazón.
La clausura de Moín I se da luego del cierre en junio de 2013 de la planta térmica Colima, en Tibás, que generó electricidad durante 57 años.
En Costa Rica, a diferencia del resto de países del mundo, las plantas térmicas se usan como un respaldo, por lo que el costo que estas tienen está previsto por la cantidad de veces que necesitan ser utilizadas.
