OVSICORI se une a proyecto mundial para interconectar su red sismológica y conocer mejor los terremotos

sismo terremotoSan José, 08 dic (elmundo.cr) – El peor escenario para un centro de sismología es que después de un terremoto, ocurra un fallo eléctrico y no pueda obtener la información sobre magnitud, epicentro y profundidad de un sismo. Pasó en Costa Rica con el terremoto de Cinchona de 2008 y le ocurrió a Chile con el megaterremoto de febrero del 2010.

Ante ambos escenarios, las redes sismológicas de todo el mundo optaron por interconectarse entre sí, de modo que los datos de terremotos en todo el Mundo puedan recibirse en tiempo real en todos los laboratorios de sismología y ayudarse entre sí en las labores de información, alerta e investigación.

En Chile la fuerza del terremoto causó apagones. En el comando de emergencia no sabían la magnitud del movimiento telúrico y el correo en inglés que llegó desde Hawai alertando de un tsunami, fue mal traducido. El resultado: 550 muertos.

Fue en mayo de 2014 que los científicos de casi todos los países de la región se reunieron en el seminario National Geophysical Networks in Latin America y tomaron la decisión de interconectarse.

En el 2010, después del terremoto chileno, científicos de cuatro países llegaron a la nación sudamericana para instalar sus equipos y registrar réplicas. Los datos obtenidos se compartieron entre ellos pero se hicieron la interrogante de por qué no compartir los datos de manera permanente.

“Esta forma de trabajar ayuda a conocer mejor las fuentes sísmicas y precisar su localización”, explica Marino Protti, sismólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica. “Pero la función primera es la posibilidad de activar los sistemas de alerta temprana y salvar vidas”.

El Servicio Sismológico Nacional de EE. UU. (USGS) recibe datos en tiempo real de 3000 estaciones.

“A los 10 minutos se entregan una posición y magnitud iniciales, las que se van haciendo más precisas mientras pasan las horas”, explica David Simpson, presidente emérito del consorcio Incorporated Research Institutions for Seismology (IRIS) de EE. UU.

Si este mismo proceso se replica en todos los instrumentos que logran medir el movimiento, tanto la determinación del epicentro como de la magnitud se hacen más precisos. La redundancia en estos casos, dice Marino Protti, es crucial. Por eso la importancia de la conexión de la redes especialmente cuando un terremoto tiene potencial de producir un tsunami.

Trabajar en esa línea va a ayudar caracterizar toda la zona de subducción del Pacífico, asegura Protti.  “A pesar que es un solo proceso, la placa puede comportarse de distinta manera en diferentes partes. El poder compartir mediciones nos permite ir caracterizando las áreas de rupturas futuras”.

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