
San José, 16 feb (elmundo.cr) – Magaly Camacho, jefa de la Unidad de Seguridad y Vigilancia de la Asamblea Legislativa envió una queja al Director del Congreso, Antonio Ayales Esna por una situación que se suscita desde hace varios meses en la oficina de la frenteamplista Ligia Fallas.
Según la carta, de la cual EL MUNDO tiene copia, la oficina de la legisladora ubicada en la segunda planta del Edificio Rucavado Tovar, compartido con el supermercado AM/PM, es usada a altas horas de la noche y durante fines de semana, por personas ajenas a la Asamblea Legislativa, lo que constituye una violación a los protocolos de seguridad establecidos en el Congreso, así como el horario de funcionamiento.
Uno de los casos se remite al sábado 6 de febrero, cuando pasadas a las 9 pm (hora en que las oficinas del Congreso deben estar cerradas) uno de los oficiales de seguridad divisó a una persona en la oficina de la diputada Ligia Fallas y esta al percatarse de que estaba siendo observada, cerró la cortina y apagó las luces.
Este hecho llevó a los guardas de seguridad del Congreso a tomar sus armas y entrar a las oficinas, ya que pensaron que podría tratarse de algún malhechor.
“Al ser las 21:40 horas ingresaron (los oficiales). Efectivamente encontraron a un joven que portaba un carné ad-honorem con nombre de Roberto Mata Mata (…) acompañado de una joven Monserrat Pérez Solano, quien no labora para la Institución”, dice el reporte de seguridad.
Según el oficial, al consultar los motivos por el que se encontraban un sábado a altas horas de la noche en las oficinas, contestaron que se encontraban realizando un trabajo para la legisladora, sin embargo el oficial les indicó que debido a la hora y el día, solo se puede permanecer en la oficina con un permiso previo, extendido por un superior jerárquico, sin embargo pese a la advertencia ambos jóvenes se mantuvieron en el lugar y tras retirarse los oficiales, apagaron las luces de las oficinas.
“El supervisor de turno, Valenciano Solís se dirigió al despacho de la Diputada, entró al edificio, toda vez que todo el inmueble estaba oscuro, procedió a encender las luces desde un interruptor que alimenta todas las luces de las oficinas, tocó la puerta y de la última oficina que también tenía las luces apagadas, salió el joven Mata, sin embargo se negó a abrir la puerta alegando que no encontraba las llaves; luego de unos tres minutos abrió la puerta, se le solicitó desalojar las instalaciones explicando los motivos del por qué no podían permanecer en el inmueble y no fue hasta como cinco minutos después que se retiraron”, agrega el reporte de Seguridad.
Según los oficiales de seguridad del Congreso, no es la primera vez que ocurren estos hechos durante los fines de semana, en horas de la noche.
El principal problema para supervisar el uso de esas instalaciones, fuera de las dos fincas principales del Congreso es que al estar contiguo a un supermercado, los camiones repartidores obstaculizan la entrada, limitando la visibilidad de los oficiales de seguridad.
Asimismo, los guardas afirman que los asesores que laboran en dicho despacho, reiteradamente han invitado personal ajeno al Congreso durante altas horas de la noche y fines de semana, y que las quejas enviadas previamente por esta situación no fueron atendidas por lo que recurrieron al director de la Asamblea Legislativa para que tome cartas en el asunto.
En otra situación según el reporte, los oficiales retuvieron a ocho jóvenes que salieron del despacho de la diputada casi a las 10 de la noche y al contactarla, esta solicitó a los guardas “dejar de estar acosando” a sus invitados, personal ad-honorem o asesores.
Asimismo, los guardas critican que gran cantidad de personas, según sus pesquisas, tienen llaves del edificio y de las oficinas de la legisladora, lo que supone un riesgo de seguridad para las instalaciones del primer Poder de la República.
LEA: Ligia Fallas: “Yo desde hace muchísimos meses pedí permiso para mis asesores”