Puntarenas, 22 dic (elmundo.cr) – Durante un patrullaje por una de las comunidades más remotas del Pacífico Sur, oficiales fronterizos aprovecharon para llevarle un víveres a una familia indígena, a la que en noviembre pasado tuvieron que auxiliar debido a problemas de salud.
Allí, en La Palma de Burica, en las márgenes del río La Peñita, en un solitario rancho de palma y piso de tierra, cerrado con bambú, lograron compartir con la señora Mélida Santos Santos, quien vive junto con sus hijas y nietas.
A principios de noviembre, durante una operación que duró dos días, los oficiales de la Policía de Fronteras lograron auxiliar a cinco miembros de esa familia.
La más grave era una nieta de doña Mélida, una bebé de tres meses, a la cual llevaron de emergencia hasta el Hospital de Ciudad Neily, luego de tener que pedir ayuda a los policías panameños para cruzar por ese hermano país.
Esta vez, transitaron el mismo camino fangoso y lleno de acantilados que recorrieron en noviembre, pero con un diario comprado por el personal destacado en el puesto de Punta Burica.
Ahora, gracias a policías que cuidan el más extremo punto fronterizo en el sur del territorio nacional, la familia de doña Mélida tendrá algo más que compartir con sus hijas y nietas esta Navidad.