“No podemos entrar a la OCDE con un sistema tributario feudal”

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Redacción, 22 nov (elmundo.cr) – Un grupo de expertos tributarios se reunieron a solicitud de la Amcham para analizar el impacto de las reformas tributarias que se encuentran en proceso de análisis y aprobación por parte de la Asamblea Legislativa.

El panel estuvo conformado por Rafael Luna, socio del bufete Batalla, Salto, Luna; Adrián Torrealba, socio del bufete Facio y Cañas; Mario Hidalgo, socio de Deloitte; Alvaro Castro, socio de KPMG; Reymundo Volio, socio de Actualidad Tributaria y Juan Carlos Chavarría, director del Comité de Política Fiscal de AmCham.

Los especialistas abordaron temas como fraude fiscal, registro de accionistas, renta, impuesto de valor agregado, criminalización de casos, entre otros tópicos que generan controversia a nivel nacional.

Dentro de las principales preocupaciones respecto al estado del sistema tributario vigente se mencionó la agresividad que muestran los auditores tributarios en los procesos de fiscalización contra los contribuyentes, al momento de revisar el cumplimiento de sus obligaciones tributarias, y que a veces pasa desapercibido.

Al respecto, Rafael Luna indicó que, si bien los auditores tributarios deben ser agresivos, el problema es que en Costa Rica se ha llegado a la arbitrariedad.

“La labor del auditor debería ser desapasionada, imparcial, de simplemente verificar el cumplimiento tributario de una persona, y en efecto, si no ha cumplido, hacer los cargos de cobro; sin embargo, por la formación, entrenamiento y escuela que tienen los auditores dentro de la administración pública, no es simplemente ir a verificar, sino ir a cobrar”, detalló.

“El problema es que en Costa Rica se ha llegado a un asunto de arbitrariedad, ya que comúnmente lo que ocurre es que uno le puede dar todas las explicaciones al auditor tributario de lo que ocurre, y al final de cuentas lo que dice el auditor es, vaya y pelee, porque no le voy a cambiar ni un colón de lo que viene en el traslado de cargos. Es decir, un auditor tributario no tiene en su chip mental el hecho de que si llega y fiscaliza a un contribuyente  y ha pagado los impuestos que le corresponden darle un abrazo y decirle “vea lo felicito, usted sí que es un buen contribuyente y un buen ciudadano”, sino que se van mordiéndose la lengua diciendo “no le pude levantar la pérdida o no le voy a poder cobrar algo y mi jefe va a pensar que estoy haciendo mi trabajo mal”, porque todo contribuyente es un evasor, salvo que demuestre lo contrario. Esta es la mentalidad que desgraciadamente tienen los auditores de la Administración Tributaria en este país”, agregó.

Para Rafael Luna, la razón de la existencia de esta arbitrariedad, y el porqué no se detiene, estriba en la impunidad del auditor tributario respecto a sus actuaciones independientemente de las consecuencias que ello genere para los contribuyentes; por lo que, en el estado actual de las cosas, si bien es deseable hacer que los auditores sean responsables por sus actuaciones, la protección al contribuyente debe enfocarse en brindar formación especializada en temas tributarios a los jueces de los tribunales de justicia, porque son ellos los que en definitiva conocerán de estos casos y decidirán lo que en derecho corresponda para corregir dichas arbitrariedades.

En forma mayoritaria los tributaristas concordaron, en general, que el marco regulatorio en temas de impuestos tiene más de cuarenta años y requiere una significativa y  urgente actualización a los tiempos modernos, al punto que Adrián Torrealba expresó que si el gobierno realmente está interesado en que el país ingrese a la OCDE, entonces el gobierno todavía tiene una tarea pendiente en la aprobación de reformas legales necesarias para actualizar la legislación.

“No podemos entrar a la OCDE con un sistema tributario feudal”, dijo el especialista.

Por su parte Mario Hidalgo manifestó que “Es una necesidad que no puede postergarse, [se requiere] una modificación integral de nuestro sistema tributario. Nosotros tenemos una legislación acuñada hace más de cuarenta años, que lo que provoca es que el quehacer de la administración se dificulte tremendamente y se traduzca en una arbitrariedad [en perjuicio del contribuyente] que ha sido puesta en evidencia esta mañana, y en donde no hay reglas claras. Esta necesidad se ha visto truncada porque junto a la ansiada reforma tributaria siempre se plantean algunas de carácter fiscal, entonces vienen ocurrencias o nuevos impuestos o nuevas tarifas que provocan que automáticamente se generen anticuerpos para una reforma tributaria. En consecuencia, en los últimos doce años hemos visto intento tras intento, y nunca se ha logrado el convencimiento de la gente para entender que esto es necesario”.

A pesar de los esfuerzos que se han efectuado en la última década, los expertos concordaron en que la discusión de los proyectos tributarios y fiscales han estado rodeados de prejuicios y concepciones equivocadas que dificultan su trámite y alteran los resultados que se desean alcanzar.

Como un ejemplo de lo anterior, Mario Hidalgo manifestó que “se ha dicho que no se ocupan impuestos nuevos sino que se debe recaudar mejor lo que ya está, y esto ha generado ruido, también en contra de que la reforma se dé, e históricamente las reformas que se logran aprobar son aquellas que le dan potestades exorbitantes a la administración para recaudar mejor, bajo la premisa de que todos tenemos algo que ocultar, y en consecuencia, de nuevo esto evita que se haga una modificación integral e importante [al sistema tributario].

“En fecha más reciente se amarró la reforma a que aplicaran medidas de contención del gasto público, pero cuando se le toca a los que tienen que contener ese gasto, todos hacen un paso para atrás y dicen que le toque al vecino y no a mí, porque mi caso es especial, y es difícil lograr la modificación esperada”, dijo.

Un factor adicional que se suma a la presión por aprobar reformas al sistema tributario es el actual déficit fiscal y el efecto que tendría un deterioro de las calificaciones que brindan las calificadoras internacionales a la deuda estatal, que podrían incrementar los costos de endeudamiento externo e incluso dificultar el acceso a fuentes de financiamiento, que podrían obligar al gobierno central a recurrir al endeudamiento interno, con lo cual se presionarían al alza las tasas de interés vigentes y una mayor inflación.

Respecto a los proyectos de ley existentes en la corriente legislativa Adrián Torrealba manifestó que el correspondiente al impuesto de renta y de valor agregado (IVA), en general, parece que están bien, ya que han sido objeto de discusión por varios años, siendo que el de renta es muy parecido al presentado durante la administración de Laura Chinchilla, salvo por el hecho de que no contiene nada respecto al plan de acción de BEPS (tendientes a eliminar la erosión de bases imponibles y el traslado de beneficios a otras jurisdicciones), por lo que es esperable que se realice una modificación al proyecto para introducir dicha regulación que resulta necesaria si se desea cumplir con el estándar tributario mínimo exigido para ingresar a la OCDE.

Adicionalmente, consideró que se debería modular el delito tributario para que sea acorde con el estándar de hoy día, y reservar los comportamientos delictivos para aquellos casos en los cuales indiquen que hubo engaño o ardid, y no usarlo como instrumento de amenaza al contribuyente.

Finalmente, los expertos concordaron en que, si bien es necesaria la reforma, se ve muy complicado el panorama político para poder hacer algo para los próximos meses. Muy particularmente, Adrián Torrealba mostró su preocupación respecto a los últimos eventos ocurridos en el proceso de discusión de los proyectos de ley, porque demostraron que “Las fuerzas políticas de este país carecen de sentido de responsabilidad y se rigen exclusivamente por lo que digan la prensa y las redes sociales, y si al país se lo lleva la trampa, da igual. [Si no se adoptan las decisiones que se requieren] llegará el momento en que va a ser sangrienta la cosa.”.

Al cierre del evento, el Director Ejecutivo de la Amcham, Alberto Arguedas explicó que “la Amcham es una cámara que está orientada a monitorear la competitividad del país, y por ello quisimos organizar este foro, para conversar, primero, sobre cuáles son las tendencias mundiales de tributación y, después, analizar la reforma fiscal en Costa Rica para determinar qué tan preparados estamos y qué tanto estamos coincidiendo con esas tendencias internacionales, así como escuchar la opinión personal de los expertos sobre los proyectos de ley”.

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