San José, 28 ene (elmundo.cr) – Así reaccionó el jefe de fracción del Liberal Progresista, Eliécer Feinzaig, en el marco de la conmemoración del Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto, definido así, mediante resolución 60/7 del 2005 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El lema de este año es: “Por la memoria de las víctimas y la continuidad de los sobrevivientes del Holocausto, yo recuerdo”.
Feinzaig expresó que “para mí el tema es sumamente personal: mi abuela paterna perdió a cinco hermanos; mi abuelo paterno, a seis; mi abuelo materno, a su única hermana y a dos de sus tres sobrinos”.
“Para los sobrevivientes, estas pérdidas son irreparables y su dolor, imposible de medir o describir. Para los que nacimos más tarde, nunca podremos saber la magnitud del cariño que dejamos de percibir por relaciones familiares que no pudieron desarrollarse. Esto es personal”, agregó.
Para el legislador “el mundo nunca sabrá cuántos músicos virtuosos, científicos de punta, médicos compasivos, deportistas talentosos o escritores fantasiosos perdió en la matanza o nunca llegaron a nacer por su causa”.
“Pero, más allá de eso, la gran importancia de conmemorar estos tristes hechos radica en las lecciones que debemos derivar para no repetir la historia. “Nunca más” no es solo un lema, es una filosofía de vida para quienes no queremos que se vuelva a dar una persecución y un genocidio como el que hoy conmemoramos”, afirmó.
“El recuerdo del Holocausto nos debe de llamar la atención sobre la importancia de no provocar divisiones artificiales entre la población. Todos somos seres humanos con la misma dignidad y cuyas vidas tienen valor”, añadió el legislador.
Feinzaig señaló que “como liberal, además, mi filosofía es que debemos ser ciegos al color de la piel, a las creencias religiosas, a la filosofía política, al género, a la orientación sexual, a la condición socioeconómica y a cualquier otra condición personal utilizada por las voces del odio para discriminar y crear división”.
“Los líderes políticos, en especial, debemos mantener un estándar de conducta más alto; somos llamados a una postura de respeto a todas las personas, y debemos cuidarnos de discutir los temas de realidad nacional por su fondo, sin provocar odios o divisiones que, a la larga, pueden resultar en persecuciones como la vivida en la segunda guerra mundial”, enfatizó Feinzaig.
“No es deshumanizando al proponente de la otra opinión como ganamos un argumento; no es haciendo que la otra persona valga menos por ser de este u otro color, por tener o no tener, por ser de tal o cuál tendencia política, por con quién vive o a quién ama. Seamos mejor que eso”, recalcó.
“Yo recuerdo. Recordemos todos cómo se rompió la humanidad en un país supuestamente civilizado, para nunca más repetirlo”, concluyó.