ESPECIAL FIN DE AÑO 2017

Nate: La tormenta que dejó al descubierto la vulnerabilidad de Costa Rica

Fotos de Luis Madrigal, Jennifer Méndez y Valería Martínez, enviados a Guanacaste; El Mundo CR.
Fotos de Luis Madrigal, Jennifer Méndez y Valería Martínez. El Mundo CR.

San José, 30 dic (elmundo.cr)- No fue huracán ni tampoco pasó de forma directa por Costa Rica, sin embargo, su impacto fue incluso mayor al que las mismas autoridades esperaban y marcó a su paso el 2017.

Desde finales del 2016 cuando el huracán Otto tocó suelo nacional y hasta hace algunas semanas, Costa Rica atravesó por una serie de eventos meteorológicos que acabaron por dejar al país a un grado de vulnerabilidad con el que Nate remató.

Colegios y viviendas sumergidas bajo el agua, calles y puentes totalmente destruidos, deslizamientos, caídas de árboles, postes y cableado fueron el resultado de uno de los eventos meteorológicos que más ha afectado al país en los últimos años.

Fotos de Luis Madrigal, Jennifer Méndez y Valería Martínez, enviados de El Mundo CR a la zona de desastre. 

De acuerdo con los datos de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) el impacto de esa tormenta tropical significó para el país pérdidas por aproximadamente $346 millones.

Además, Nate cobró la vida de 16 personas producto de los deslizamientos, inundaciones y caída de árboles.

En su punto más álgido, 11.517 personas se refugiaron en los albergues habilitados para resguardar la seguridad de la población. Asimismo, 423 puentes resultaron afectados; 87 tramos de rutas nacionales de cantones presentaron pérdidas de diferente naturaleza; 250 mil personas tuvieron afectación con el agua potable de manera directa y una cantidad todavía mayor de forma indirecta; finalmente, 199 acueducto se dañaron.

Todo ello, mientras un total de 66 cantones se mantenían en alerta roja, es decir, prácticamente todo el país excepto el Caribe.

Foto de José Quirós y Esteban Mata, enviados de El Mundo CR a la zona de desastre.

“De alguna manera Nate cierra un año muy conflictivo en términos de desastre (…). Quizá hubo dos factores determinantes, el país venía afectado más que el huracán Otto porque habíamos tenido un año 2017 muy intenso muy activo previo a Nate así que Nate lo que se encuentra es un territorio vulnerable y expuesto pero ademas, por la naturaleza del evento una tormenta tropical hace que el área de cobertura o de influencia del evento prácticamente corresponda a tres cuartas partes del territorio nacional”, explicó Lidier Esquivel, jefe de Mitigación de Riesgos de la CNE.

Zonas como Dota, Tarrazú, León Cortés, Aserrí, Acosta, Quepos, Parrita, Monteverde, Poás, Grecia, El Guarco y la parte montañosa de Desamparados aún se recuperan de la fuerza con que Nate golpeó al país, mientras las autoridades reflexionan sobre la enseñanza que dejó el fenómeno natural más allá de los daños.

En ese sentido, Esquivel fue enfático en que la ayuda para este tipo de eventos nunca será suficiente y que la agilidad con que se atienda la emergencia forma parte de los factores fundamentales para mitigar los daños.

“Una de las características que tienen los desastres es que sacan a relucir problemas de desarrollo de infraestructura y de pobreza que algunas veces no están ligadas directamente a la emergencia pero que están muy vinculados al desarrollo. Así que en términos de ayuda y de asistencia humanitaria, hubo muchísimo ahínco por parte de todas las instituciones que estuvieron directamente involucradas”, detalló.

Fotos de Luis Madrigal, Jennifer Méndez y Valeria Martínez, enviados de El Mundo CR a la zona de desastre. 

Sin embargo, fue enfático en que el país tiene que cambiar el rumbo que lleva en este momento en materia de ordenamiento territorial y de ocupación de áreas en riesgo ya que estos siguen siendo “elementos muy preocupantes”, pues cientos de viviendas se encuentran a lo largo de los cauces de los ríos, en zonas de laderas inestables, entre otros y la vulnerabilidad está latente.

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