San José, 12 oct (elmundo.cr) –La semana pasada, el país resintió el paso devastador de la tormenta tropical Nate. Las autoridades de Grupo ICE corrieron para restablecer el servicio de electricidad, pues en ese sector los daños fueron más notables en comparación con el embate del Huracán Otto, principalmente en la zona Norte.
Otto provocó 60.000 averías, mientras que la tormenta ocasionó 141.000 daños. Incluso, el número de cantones atendidos pasó de 7, el año anterior, a 37 en esta oportunidad.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) recibieron más de 141.000 reportes entre el jueves 4 y el domingo 8 de octubre, cuando los efectos de la tormenta azotaron con más fuerza.
Con el impacto de Nate, Grupo ICE desplazó 631 cuadrillas, conformadas por 2.483 técnicos y 170 camiones grúa en todo el país para atender de forma integral la emergencia (electricidad y telecomunicaciones).
La respuesta fue de inmediata, ya que en solo 36 horas, se solucionó el 90% de los servicios eléctricos aquejados por la tormenta; una cifra que este miércoles ya ascendía a 98%.
“Nuestro deber es asegurar la continuidad del servicio y resolver eventualidades en el menor tiempo. Estamos listos para lo que eso implica y la atención de Nate demuestra nuestra capacidad de reacción. Sabemos la importancia que tiene la electricidad para todos los costarricenses y eso incentiva nuestro trabajo”, señaló Manuel Balmaceda, director de Distribución y Comercialización Eléctrica del ICE.
Tanto el ICE como la CNFL atienden las afectaciones en cerca del 80% del territorio nacional con gastos fijos de sus respectivos presupuestos.
El ICE y la CNFL son responsables –al igual que el resto de distribuidoras del país– de darle mantenimiento a sus zonas de cobertura, lo que incluye torres, postes, alumbrado y cableado, así como las averías que pueda experimentar el resto de la infraestructura, tanto por el desgaste habitual como por eventualidades.
