San José, 27 ago (elmundo.cr) – El diputado oficialista Manuel Morales criticó a los diputados de Nueva República por presentar mociones contra el proyecto para prohibir la exploración y explotación del petróleo.
Morales señaló que “el obstruccionismo o filibusterismo parlamentario está de vuelta en Asamblea Legislativa, al mejor estilo de la época del TLC, cuando se ocupaban carretillos para cargar las mociones”.
“Sólo que ahora llegó a la Comisión de Ambiente, de la mano de un partido que dice basarse en principios cristianos y en el respeto absoluto a la democracia y sus valores, pero lo que hoy recibimos es puro populismo, mentiras y bloqueo de los procesos democráticos legislativos que permiten formar la voluntad parlamentaria de las mayorías por medio del voto”, agregó.
El diputado recalcó que son “lobos, filibusteros, vestidos con piel de ovejas democráticas, vienen dispuestos a diezmar la democracia parlamentaria, si no se hacen las cosas según su voluntad”.
Según Morales los diputados de Nueva República presentaron mociones inservibles, inconstitucionales o inconexas.
“Con ese juego, Nueva República obliga a la Comisión a hacer dos sesiones extraordinarias por semana, para conocer tres mociones por sesión, ya que se dedican a hablar 45 minutos por cada moción y a gastar miles de millones de colones de los impuestos de las y los costarricenses en pura obstrucción”, asegura.
Morales insistió en que “las mociones son totalmente superfluas y sin sentido, un total irrespeto democrático a la formación de voluntad de las mayorías y al voto como máxima expresión de la democracia parlamentaria, al mejor estilo de los dictadores latinoamericanos que tanto critican desde ese partido, aunque luego de criticar no tienen empacho en venir a esta Asamblea a obstruir los procesos democráticos”.
“Si lo hacen hoy con el poder que tienen, ¿qué harían si accedieran al gobierno algún día? Por dicha, esa distopía no existe en ninguna realidad alterna en el futuro de nuestro país, ya que sus posiciones conservadoras extremistas han sido rechazadas en las urnas una y otra vez por las y los costarricenses”, aseguró.
Según el legislador “una de las manifestaciones más doble moral es salir en campaña política a pedir el voto como abanderado de las democracias y del libre y transparente ejercicio de sus procesos, pero una vez en esta Asamblea llegan a obstaculizar las votaciones y los mecanismos que son procesos democráticos para formar la voluntad parlamentaria y la adecuada toma de decisiones”.
“En la Comisión de Ambiente, donde usan falacias, supuestos y populismo provincial, donde dicen que el dinero del petróleo quedará en Limón. Si hay algo de petróleo, es donde menos quedará dinero, en Limón. Ahí solo va a quedar el desastre. Promueven el petróleo como la piedra filosofal o la pomada canaria para solucionar todos los problemas del país y donde además siguen creando enemigos imaginarios”, sostuvo.
El diputado comentó que “ahora el enemigo es el ambientalismo extremo. Antes fueron la población LGTB, antes fue el aborto, antes fue el feminismo, antes fue la teoría conspirativa antivacunas o la del nuevo orden mundial de la Agenda 2030”.
“Creo que ya es hora de dejar de tener pesadillas con el coco progre y reorientar la brújula democrática a datos amparados en la ciencia y la técnica, y no en miedos ideológicos. Solo así se puede tener una democracia vital, que vibre con discusiones que enriquezcan el debate público, al que Nueva República no ha aportado nada”, concluyó.
