Heredia, 25 set (elmundo.cr) – El monitoreo que realiza la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Nacional (ECG-UNA) permite medir procesos de destrucción y reconstrucción de la playa en ciclos anuales.
Cieneguita, la desembocadura del río Bananito, Cahuita, Puerto Vargas, Manzanillo y Gandoca, se han identificado como puntos críticos de erosión costera en la zona del Caribe.
Para el investigador Gustavo Barrantes de la ECG-UNA el conocimiento del comportamiento de la playa y el registro de los cambios en la línea de costa, nos permiten tomar decisiones ingenieriles, de adaptación y de ordenamiento territorial frente al cambio climático y en beneficio de las comunidades costeras en riesgo.
Este jueves 26 de setiembre a las 8:30 a.m., Barrantes impartirá la videoconferencia “Erosión costera, cambio climático y gestión del riesgo en las costas de Costa Rica”, organizada por la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Mar. Para ingresar a la sesión desde cualquier dispositivo electrónico, ingrese al siguiente enlace y siga las instrucciones: https://zoom.us/j/5062277315.
El cambio climático afecta al comportamiento de los eventos extremos hidrometeorológicos que pueden causar desastres como inundaciones, sequías, ventiscas, olas de calor y de frío, tormentas tropicales, tornados y aludes torrenciales, entre otros.
“El notorio cambio en la temperatura que ya se puede evidenciar en muchos países afecta a la agricultura, la salud humana y la producción industrial”, indicó Barrantes.
Barrantes explicó que en la costa el efecto que tienen el aumento de la zona de influencia de las mareas y oleajes extremos, como resultado del aumento del nivel del mar, que trae consigo una mayor exposición de la población y las actividades económicas costeras a procesos como la erosión costera.