Ministro de Hacienda lamenta que decisiones políticas han disminuido los ingresos del Estado e incrementado el gasto

San José, 11 abr (elmundo.cr) – Febrero registró un superávit primario de 0,3% del PIB, equivalente a ¢127.500 millones, mayor en ¢8.656 millones si se compara con el mismo periodo del año anterior (¢118.844 millones, equivalente a 0,3% del PIB).

Este es el mejor resultado a PIB registrado a febrero en los últimos cuatro años, y el cuarto si se toma en consideración el periodo 2006-2008. Dicho resultado se debió al control del gasto primario, y a una leve mejora registrada en los ingresos a febrero.

El gasto primario creció 3,4%, ubicándose por debajo del crecimiento promedio de 5,3% en los últimos 13 años (2012-2024). Al mismo tiempo, se situó por debajo en 0,04 p.p., si se compara, en términos de PIB (2,16%), con el mismo periodo del año anterior (2,20%).

En el caso de los ingresos totales, la tasa de crecimiento reflejó un resultado positivo, pero se ubicó por debajo de lo registrado en el mismo periodo del 2023; pasó de 4,7% en febrero de 2023 a 3,8% en el 2024. Al comparar la relación de los ingresos a PIB, pasaron de 2,45% en el 2023 a 2,41% este año, una diferencia negativa de 0,04 p.p. de PIB.

Los tributarios crecieron 3,6%, por debajo de lo registrado a febrero del 2023 (4,3%); dicho resultado se explica, principalmente, por el impuesto único a los combustibles (44,1%), selectivo de consumo (16,1%), importaciones (11,8%), otros tributarios (16,0%), valor agregado (3,3%) e impuesto sobre ingresos y utilidades (0,5%). Mientras que los rubros que decrecieron fueron el impuesto a la propiedad (31,2%) y sobre exportaciones (3,7%).

El pago de intereses de la deuda alcanzó ¢517.362 (1,0% del PIB), y presentó un crecimiento de 11,1% interanual, en comparación con el mismo periodo del 2023 (¢465.476 millones 1,0% del PIB). Dicho resultado, representó 20,9% del total de los recursos incorporados en el Presupuesto Nacional de la República (¢2.480.335 millones, 5,0% del PIB 2024).

De manera preliminar, la deuda a febrero 2024 cerró en 58,1% del PIB, una diferencia de 3,0 p.p. de PIB en comparación con el cierre 2023 (61,1% del PIB). Asimismo, al comparar el saldo de la deuda con el cierre 2023 (1,9%) este apenas creció 0,2%, por debajo del promedio registrado en el periodo 2009-2024 (13,5%).

De acuerdo con el perfil de la deuda del Gobierno Central, a febrero, 55,8% se ubicó a más de cinco años en el plazo de vencimiento; 70,5% a tasa fija, 61,5% denominada en colones, y de acuerdo con la composición, el 72,9% correspondió a deuda interna.

Del total del servicio de la deuda al que debe hacer frente el país para el periodo 2024-2054, entre lo que resta del 2024 y el 2030 se concentra alrededor del 57,9% de dichos pagos.

Por último, al cierre de febrero el EMBI Costa Rica alcanzó 220p.b.; la diferencia con el EMBI LATAM (349) fue 129p.b. y 88p.b. con el EMBI GLOBAL (308). Se mantiene una mejor percepción del riesgo que países con mejor calificación crediticia, como México, Colombia, Panamá, asimismo, República Dominicana para el caso de S&P Global Ratings y Moody’s.

Al referirse a los resultados que se muestran en el segundo mes del año, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, enfatizó que “avanzamos por buen camino, eso nos dicen los principales indicadores fiscales al segundo mes del año. Al cierre de febrero se logró un superávit primario de 0,3% del PIB, hemos sido consistentes en los últimos dos años al alcanzar un resultado positivo a febrero, asimismo se ha mantenido un control sobre el gasto primario, rubro que alcanzó la cifra de 2,2% de PIB, similar al registrado en el mismo periodo del año anterior. El control de dicho rubro es vital para alcanzar los objetivos trazados en la ruta fiscal 2022-2026, esto ante una clara y marcada desaceleración de los ingresos si se compara con los últimos tres años”.

El ministro señaló que el Gobierno sigue atendiendo sus compromisos porque mantiene su rigurosidad en el gasto y en el manejo de la deuda pública.

Acosta recalcó que “seguimos trabajando para mejorar la recaudación de impuestos, notoriamente afectada por el contexto económico y por decisiones políticas que disminuyen los ingresos del Estado o incrementan el gasto público, sin proponer sus respectivas fuentes de financiamiento”.

“Hacemos un nuevo llamado a los diferentes sectores que junto con el Poder Ejecutivo participan en la toma de decisiones, para que asuman con responsabilidad su compromiso con la sostenibilidad de las finanzas públicas, que es un reto que demanda el compromiso de todos”, sostuvo.

Acosta enfatizó que desde el Ministerio de Hacienda se puso a disposición de todos los costarricenses, el plan estratégico que en materia fiscal ayudará a avanzar hacia una senda sostenible de nuestras finanzas públicas, que permitan la estabilidad macroeconómica, sin incurrir en excesivos y recurrentes déficits fiscales que pueden conllevar a un crecimiento descontrolado y exponencial de la deuda.

Se trata del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) del Gobierno Central y Sector Público No Financiero 2024-2029, dentro del que se incluye la ruta fiscal trazada, los objetivos y proyecciones fiscales.

Sin embargo, para alcanzar las metas que allí se establecen son necesarias dos condiciones: el trabajo conjunto y la toma de decisiones responsable bajo un mismo propósito: el bienestar presente y futuro de la población costarricense.

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