San José, 25 oct (elmundo.cr) – El desarrollo de un país no es obra de la casualidad, sino el resultado de decisiones conscientes y del compromiso de sus ciudadanos.
Así lo afirmó el ministro de Hacienda en un reciente artículo, donde subrayó la importancia de un contrato social sólido que permita alcanzar altos estándares en educación, salud, seguridad y equidad social.
Sin embargo, este contrato se encuentra actualmente bajo amenaza debido a un fenómeno populista que se manifiesta en la Asamblea Legislativa.
El ministro criticó a un grupo significativo de diputados que, mientras exigen un aumento en el gasto social para satisfacer demandas legítimas, también promueven propuestas que buscan reducir los ingresos del Estado.
Entre mayo de 2022 y octubre de 2024, se han presentado 44 proyectos de ley que podrían generar una reducción significativa en los ingresos estatales, lo que pone en riesgo el bienestar social del país. “El bienestar social de Costa Rica no es gratis”, enfatizó, añadiendo que un aumento constante del gasto sin financiamiento es insostenible.
El artículo también aborda la irresponsabilidad de financiar el gasto social a través del endeudamiento permanente. El ministro argumenta que tal enfoque no solo es populista, sino que podría ser perjudicial para el contrato social costarricense a largo plazo. Con cada iniciativa que se implementa sin sustento financiero, se debilita la capacidad del Estado para ofrecer servicios públicos de calidad, lo que profundiza las desigualdades y el descontento social.
Finalmente, el ministro instó a los ciudadanos a reflexionar sobre el futuro del país y a reconocer que el desarrollo no puede construirse sobre promesas vacías. “Si no somos responsables con el presupuesto del Estado, las repercusiones económicas no tardarán en sentirse”, concluyó.