Ministerio de Salud ha permitido funcionamiento de botadero de basura a cielo abierto sin permiso

María Esther Anchía, viceministra de Salud.

San José, 6 jul (elmundo.cr) – Un botadero clandestino ubicado en la Roxana de Pococí sigue funcionando pese a que el mismo Ministerio de Salud había emitido una orden de cerrarlo en el año 2015.

El botadero cuyo dueño es Milton Fonseca Corrales, hermano de la expresidenta del Partido Acción Ciudadana (PAC) y exministra de Cultura del actual gobierno, Elizabeth Fonseca, fue cerrado solamente por dos días, debido a la presión que ejercieron algunos diputados –en su mayoría de la provincia de Limón–, porque en ese momento se desarrollaban las fiestas de Pococí.

Dos años después, el basurero sigue sin tener permisos pero se mantiene operando.

El vertedero que lleva años de forma irregular, ha recibido quejas y denuncias tanto de vecinos como de organizaciones ambientales y comunales de la provincia de Limón, afectando así a unas 20 mil personas de la zona.

Durante una entrevista con la entonces ministra de Salud, María Esther Anchía (hoy viceministra de esa cartera), la jerarca afirmó que giraron una orden para cerrar ese botadero, pero que luego “la empresa empezó a ponerse a derecho”.

“Yo mandé a cerrar ese lugar, la empresa empezó a ponerse a derecho y comenzó a cumplir porque lo que estaban haciendo era una conversión de un vertedero a un relleno sanitario. La información que tengo del Área Rectora es que la empresa empezó a hacer ese trabajo que por mucho tiempo se había lerdeado (sic.)“, dijo Anchía.

De seguido, la entonces ministra de Salud afirmó que el informe que tenía era que la empresa estaba cumpliendo, después de la orden de cierre que se le había girado.

Asimismo, Anchía manifestó que diputados de Limón pidieron reabrir ese botadero, porque se acercaban las fiestas de Pococí.

“Los diputados, sobretodo de Limón, pidieron abrir el relleno porque venían las fiestas de Pococí. Ahora si cerramos el de La Carpio es capaz que dicen ‘abran la Carpio porque viene el Festival Internacional de las Artes FIA 2017′”, dijo.

La jerarca dijo que es trabajo de la Municipalidad de cada cantón hacer una gestión oportuna, correcta y responder ante los vecinos con una recolección de residuos oportuna, con calendario y programación. “El Ministerio lo que hace es girar los apercibimientos cuando no se está haciendo el trabajo correcto”, afirmó Anchía.

El ingeniero director de Protección al Ambiente Humano del Ministerio de Salud, Eugenio Androvetto, afirmó durante la entrevista con EL MUNDO que él personalmente había dado seguimiento, desde hace muchos años, al botadero llamado también “Magallanes”.

Anteriormente, este vertedero se llamaba Astúa Pirie y es el sitio donde históricamente la Municipalidad de Pococí ha depositado los desechos que recoge.

Androvetto recordó que, posteriormente, el terreno llegó a una negociación fue adquirido por la Corporación Tecnológica Magallanes, la cual empezó una transformación del mismo para pasar de un botadero a un relleno sanitario.

“Don Milton Fonseca, que es el dueño empezó a hacer los trabajos sin tener los permisos del Ministerio de Salud, al no seguir la orden sanitaria se clausuró, estuvo como dos días cerrado pero él se ha estado poniendo en regla, tiene el permiso de vertidos”, dijo el ingeniero.

Según el funcionario, Fonseca había sacado el permiso para el sistema de tratamiento y la última vez, hace como 15 días o un mes que preguntó sobre la situación de ese  botadero le informaron que “está en regla”.

“Entonces este es un ejemplo de esfuerzo de cómo una comunidad se dio con una empresa la tarea de rescatar el vertedero que era un simple tiradero de basura sin ningún tipo de control”, agregó.

EL MUNDO- ¿Una empresa no tiene que iniciar en regla?

Ingeniero Androvetto: “Pero diay, no lo hizo por eso actuamos cuando lo clausuramos por dos días y le seguimos dando seguimiento. El tema de salud pública es mejor con este nuevo relleno en regla; eso es un acompañamiento que se le da, se le giraron las actas y se le acompañó hasta que lo están poniendo en regla. Ahí lo que hacía falta era el permiso de funcionamiento”.

EL MUNDO- ¿En este momento está seguro si tiene o no permiso para que siga funcionando?

Ingeniero Androvetto: No, no estoy seguro pero lo voy a averiguar.
(Acto seguido el ingeniero se pone de pie con su celular contactando para averiguar la respuesta y sale de la sala donde se hace la entrevista) 

María Esther Anchía: Yo cuando cerré Magallanes, que fue hace como año y medio quizá, por medio de videos que me trajeron, uno se apoya de los informes que le dan de las áreas rectoras de salud, de los técnicos.

Yo quisiera poder desplazarme a todo el país, pero no se puede hacer y para eso tenemos a otros funcionarios con esa orden. A mí me mostraron algunos videos, entonces giramos la orden de cierre hasta tanto no se pusieran a derecho, sobretodo porque había un historial del cual ya se refirió el ingeniero Androvetto, de tres años que habían transcurrido, donde se le había pedido al operador que se pusiera a derecho que ya no más y se cerró por dos días.

Cerramos y tuvimos la presión de algunos diputados para que abriéramos de nuevo el botadero porque venían las fiestas de Pococí, entonces se abrió de nuevo el relleno y siguió abierto durante las fiestas, con el entendido que siguiera cerrado mientras no se pusieran en regla, pero la Municipalidad intervino diciendo ‘pero vea cómo me van a dejar sin relleno, no podemos estar así, llevándola hasta Limón hasta el otro relleno que tiene ahí Ebi Electriona’ y dijimos “irá a donde tenga que ir, a donde corresponda mientras tanto se arregla, porque no podemos seguir contaminando”.

El dueño se puso ahora sí, se puso en orden con lo que se le había solicitado, la transformación de este vertedero en un relleno sanitario ¡perfecto! eso es lo que queremos que opere, como una obra de ingeniería y como le repito todos esos lixiviados que vayan a una planta. Fonseca se puso a derecho, ya hicieron la inspección y además ya empezaron a acompañar al dueño en esta transformación sanitaria, esa fue la última información que tenemos, dijimos ‘muy bien perfecto’.

(El ingeniero regresa a la sala de entrevista).

EL MUNDO al ingeniero Androvetto: ¿Qué información tiene de Magallanes después de la llamada?

Ingeniero Androvetto: Ahorita lo que están debiendo son los planos, meterlos al sistema para la aprobación. Ese es el requisito que falta para el permiso.

EL MUNDO: Entonces funciona sin el permiso ¿lo tiene sí o no?

Ingeniero Androvetto: No, no tiene permiso.

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