San José, 16 jul (elmundo.cr) – En los últimos cinco años 13.053 productores agrícolas han sido capacitados en el uso correcto de agroquímicos a través de los programas CuidAgro y Campo Limpio de la Fundación Limpiemos Nuestros Campos (FLNC).
En un país tropical como Costa Rica, el uso de productos fitosanitarios y la fertilización adecuada de los cultivos es esencial para combatir enfermedades y plagas, garantizando la productividad agrícola y la seguridad alimentaria. Sin embargo, es fundamental considerar el uso adecuado de estos insumos para evitar impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente, así como daños temporales o permanentes en los cultivos.
“Ya lo estamos viendo, este año es sumamente lluvioso, con huracanes, tormentas y periodos largos de lluvia, seguramente en un tomatal si no se utilizan los productos correctos habría solo pérdidas, los insumos orgánicos pueden ayudar, pero no tienen esa acción rápida de los agroquímicos”, comentó Marco Tulio Sequeira, técnico agrónomo y trabajador de la empresa Villaplants de Cartago, quien en días pasados recibió una capacitación de este tipo para refrescar sus conocimientos.
La FLNC con el aporte de la industria agroquímica, empresas agropecuarias, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y gobiernos locales, imparte alrededor de 90 a 100 capacitaciones anuales dirigidas a trabajadores del campo, agricultores y productores para impulsar las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y el uso adecuado de los agroquímicos.
“Las buenas prácticas agrícolas es hacer las cosas bien hechas y precisamente eso es lo que nosotros queremos con los agricultores que apliquen los productos, que son una necesidad, pero que lo hagan de la mejor manera, más racional, más eficiente, con buenos resultados, utilizando productos de buena calidad, logrando con ello poder controlar los problemas fitosanitarios, que los aquejan, que les producen pérdidas y así tener una buena productividad”, explicó el ingeniero Carlos Domián Aguilar, expositor a cargo de las charlas.
De acuerdo con las cifras de la FLNC, solo en el 2023, se lograron capacitar a 4728 personas entre ellas, 1418 mujeres, de las cuales 32% corresponden a Cartago, 25% a Guanacaste, 19% a Alajuela, 16% a Limón, 4% de San José, 2% a Puntarenas y 2% a Heredia.
“Es de vital importancia que las personas productoras asistan a este tipo de capacitaciones que sin duda son de gran valor para la agricultura costarricense y traen beneficios a los cultivos y al cuidado del medio ambiente. El uso adecuado de los agroquímicos se traduce en aumento de la productividad, reducción de pérdidas en los cultivos, disminución de costos operativos y la optimización de recursos, además, con el uso responsable de los agroquímicos minimizamos los impactos ambientales negativos, como la contaminación del suelo y el agua”, señaló Jorge Cartín, director de la Alianza para la Sostenibilidad Agrícola (ASA).
Entre los temas principales que se transmiten a los participantes están: uso correcto de equipos de aplicación, Manejo Integrado de Plagas (MIP), salud ocupacional para el uso adecuado de fitosanitarios, buen uso de equipo de protección personal, disposición correcta de envases vacíos, camas o mesas biológicas, calidad de agua y almacenamiento correcto de productos fitosanitarios en bodega.
En las capacitaciones los agricultores realizan también pruebas prácticas donde se les explica el uso correcto y la calibración adecuada de los equipos para protegerse a sí mismos, lograr cultivos más productivos y rentables, al tiempo que se minimizan los impactos negativos en el medio ambiente.
La agricultura en el trópico enfrenta múltiples desafíos a lo largo del año, los cuales, si no se manejan adecuadamente, pueden resultar en pérdidas de cultivos, pérdidas económicas para los agricultores, disminución de exportaciones y riesgos para la seguridad alimentaria. El crecimiento poblacional, tanto en Costa Rica como a nivel mundial, es una preocupación significativa.
Organizaciones internacionales estiman que para 2050 la población mundial alcanzará los 9.8 mil millones de habitantes, lo que exigirá un incremento del 50% en la producción de alimentos para satisfacer la demanda global y un 80% de estos alimentos serían suministrados por la agricultura.
A medida que la población mundial continúa aumentando, es crucial encontrar formas de satisfacer esta demanda sin comprometer el medio ambiente y la biodiversidad. Aquí es donde la implementación de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y el uso correcto de agroquímicos juegan un papel crucial para producir de una manera sostenible.
“Debemos entender la problemática que tiene el agricultor en cuanto a plagas, tenemos problemas de climas muy severos que producen hongos y bacterias y que, si no se utilizan los productos fitosanitarios, pues entonces el agricultor no va a llegar a producir, hay que usarlos, lo que pasa es que tenemos que usarlos de una manera racional y eficaz”, agregó Domián.