San José, 9 nov (elmundo.cr) – Fundación MarViva insta a las autoridades costarricenses a implementar alternativas productivas sostenibles para el abastecimiento de camarón, para evitar depender de los recursos pesqueros actualmente sobreexplotados.
Según explicó Jorge Jiménez, director general de la Fundación, durante más una década Costa Rica ha desaprovechado la oportunidad de desarrollar, de manera sostenible y articulada, proyectos de maricultura que generen empleos en las zonas costeras.
“La producción de camarón con los más altos estándares ambientales es viable y tiene el potencial de posicionarse en los mercados internacionales que demandan, cada día más, el consumo de productos sostenibles. Las cifras de comercio demuestran que el mercado existe y el desarrollo de la tecnología ha avanzado considerablemente como para permitir un cultivo rentable y ambientalmente sostenible que generaría cientos de empleos. Instamos a los tomadores de decisiones a que miremos hacia adelante, adoptemos nuevas tecnologías y dejemos de promover el arrastre como forma de pesca”, declaró Jiménez.
Durante los últimos años, el país ha exportado ya mas de un millón de toneladas de camarón congelado de cultivo a países como Alemania, Francia, Bélgica y España. Potenciar el valor exportador de la producción nacional de camarón de cultivo es una ruta para generar progreso social y económico en el país.
“Es necesario impulsar reformas en el etiquetado de los productos pesqueros, de manera que los compradores y consumidores puedan tener información a disposición sobre los artes de pesca utilizados en los productos pesqueros que consumen”, agregó Jiménez.
Falsa dependencia de pesca de arrastre
Algunos diputados y ciertos sectores que promueven la reactivación de la pesca de arrastre afirman erróneamente que Costa Rica importa 2 millones de kilos anuales de camarón capturado con redes de arrastre.
Sin embargo, datos del portal estadístico de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), referentes a las importaciones registradas durante años 2017, 2018 y 2019, demuestran que las importaciones de camarón congelado de cultivo representan más del 90% del total de importaciones de este producto al país.
De acuerdo con el Sistema Arancelario Centroamericano, el camarón de cultivo congelado ingresaría al país bajo el código arancelario 0306171100. En el caso del camarón silvestre congelado, la clasificación corresponde al código 0306171900.
Un análisis de las cifras de comercio de estos códigos arancelarios también confirma que el camarón congelado de cultivo reporta el mayor volumen y valor en las importaciones de este producto al país.
En 2017, las importaciones de camarón congelado de cultivo ascendieron a más de 1.500.000 kilos. Asimismo, en los años 2018 y 2019, superaron los 2.000.000 y 2.400.000 kilos, respectivamente. Por su parte, a septiembre de 2020, estas importaciones contabilizaban más de 900.000 kilos. Dichas importaciones provienen, principalmente, de Nicaragua, Honduras, Ecuador y Panamá.
Por el contrario, las importaciones de camarón fresco silvestre durante 2017, 2018 y 2019 acumulan un volumen de poco más de 250.000 kilos. En el caso de camarón congelado silvestre, el volumen importado corresponde a poco más de 155.000 kilos para ese mismo periodo. Para la totalidad de las importaciones de camarón silvestre no es posible, a nivel aduanero y de etiquetado, hacer una diferenciación de si fueron capturados con redes de arrastre u otros métodos.