San José, 12 nov (elmundo.cr) – La llegada de voluntarios salvadoreños, entre ellos un contingente de militares, para asistir en las zonas afectadas por las recientes lluvias ha generado controversia en el país.
María Luisa Ávila, exministra de Salud, expresó su preocupación a través de redes sociales, comparando la situación con “el Caballo de Troya” y advirtiendo que “un ejército en suelo tico, aunque parezca una ayuda o una ofrenda, es un peligro a nuestra democracia”.
Ávila también cuestionó la falta de una declaración de emergencia nacional para destinar fondos locales a la atención de las personas afectadas. “¿Ya el presidente declaró emergencia? Para usar fondos propios en la atención de las necesidades? Pregunto, porque no lo he visto”.
La polémica surgió después de que el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, solicitara formalmente una explicación al Gobierno de Rodrigo Chaves sobre la naturaleza del grupo de voluntarios salvadoreños, que incluye militares.
Esta solicitud se basa en el artículo 121 de la Constitución Política, que establece que el ingreso de tropas extranjeras requiere el consentimiento de la Asamblea Legislativa.
En respuesta, Lidia Peralta Cordero, viceministra de Asuntos Bilaterales y de Cooperación Internacional, envió un oficio a Arias explicando que el grupo está compuesto por “300 rescatistas y paramédicos voluntarios de El Salvador” para brindar apoyo en las áreas afectadas en Guanacaste, Limón y la Zona Norte.
En la misiva, Peralta subrayó que “se trata de un grupo de voluntarios compuesto por bomberos, policías, paramédicos y un número limitado de funcionarios de las fuerzas salvadoreñas que han venido a Costa Rica para efectuar labores humanitarias que no son de índole militar”.
Según Peralta, los voluntarios ingresaron al país en vuelos comerciales de Aerolíneas Avianca y están bajo la coordinación de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), asegurando que “las labores son estrictamente humanitarias”.
