San José, 23 jun (elmundo.cr) – La diputada del Partido Unidad Social Cristiana, María Inés Solís, mostró su preocupación por el manejo de la crisis sanitaria y económica en el distrito de La Fortuna, el cual representa, y mediante una misiva enviada hoy al ministro de Salud Daniel Salas, lo instó optar por una alerta naranja segmentada y no generalizada.
La legisladora considera que debe realizarse un análisis segmentado de cada negocio por ubicación, giro comercial, cantidad de colaboradores y que cumplan con las normas y protocolos vigentes.
A criterio de la diputada, la cuarentena dictada en marzo anterior debido a la pandemia por COVID-19 y la alerta naranja dictada para este distrito la semana anterior, afectan a todos los negocios indiscriminadamente, dejando empresas, colaboradores, pobladores y familias enteras sin sustento y al borde de la quiebra.
«El empleo y por ende los negocios turísticos están con afectaciones económicas muy serias que requieren de atención, desempleo o reducción en jornadas laborales reducidas, lo que ha impactado en la calidad de vida de los trabajadores, no hay dinamismo de la economía y algunas familias no tienen dinero para hacer frente a sus obligaciones económicas como hipotecas, pensiones alimentarias, alquileres, ni siquiera para suplir sus necesidades más básicas», señala la diputada.
Para tal efecto la diputada Solís exhortó al jerarca de Salud, estudiar cada negocio en la zona de La Fortuna, para lo cual ofreció su colaboración «la de mi despacho y el compromiso de los empresarios turísticos, emprendedores, comerciantes, restauranteros y de la población en general, La Fortuna tiene como principal desarrollo económico el turismo y actualmente, lo están matando».
La Fortuna es uno de los distritos más grandes del país con una extensión de doscientos veinticinco kilómetros cuadrados (225 km²), la zona del Volcán Arenal es uno de los pilares más importantes de Costa Rica en lo referente a turismo de aventura, ecológico y termal; La Fortuna cuenta con un inventario de más de ciento cincuenta (150) actividades recreacionales, ochenta (80) tipos distintos de hospedajes y genera más de diez mil (10.000) empleos en toda su cadena productiva, quienes además en su mayoría residen en ocho (8) comunidades aledañas.
«Nos informan que cantones como el central de San José con una extensión de cerca de los cuarenta y cinco kilómetros cuadrados (45 km²) continua dentro de la nueva normalidad con sus actividades comerciales, y La Fortuna siendo mucho más grande en extensión y menos saturada por metro cuadrado condenada a una depresión económica sin precedentes», concluyó la diputada sancarleña.
