Por: Luis Manuel Madrigal
San José, 12 abr (elmundo.cr) – La tradicional “Marcha de las Putas” dio este año un voto de apoyo a Julia Ardón, excordinadora de redes sociales de Casa Presidencial luego de renunciar por haber atacado en su cuenta personal de Twitter a la Iglesia Católica.
“Estamos exigiendo libertad para nuestros cuerpos y pedir Estado Laico. La injerencia de la Iglesia Católica en todos los aspectos, especialmente el cuerpo de las mujeres y Fertilización in Vitro es una barbaridad. Es una barbaridad que la jerarquía de la Iglesia Católica esté llamando a estos niños que nacen mediante FIV “criaturas artificiales”, “niños sintéticos”, es una falta de respeto a las parejas”, declaró Margarita Salas, activista feminista y LGBT.
Salas agregó que preocupa que el Estado costarricense no acate la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la obstaculización de los diputados evangélicos. “Costa Rica es un Estado de derecho y en un Estado de derecho se cumple la legislación desde una perspectiva de derechos humanos para toda la ciudadanía”.
“Imagínense ustedes que llegaran a un hospital y no le hicieran una transfusión de sangre porque el médico a cargo es Testigo de Jehová y no cree en las transfusiones de sangre. Esa es la situación, se respeta la fe y opiniones de todas las personas pero opinar no es imponer. La voz que se le está dando a la Jerarquía de la Iglesia Católica que ni siquiera coincide con lo que piensa necesariamente la mayoría de los católicos, es desproporcionada”, dijo molesta la activista.
De acuerdo con Salas, el lema de la marcha fue “Yo no me disculpo” y consiste en un voto de apoyo a Julia Ardón, quien renunció a su cargo en Casa Presidencial luego de que se le exigiera una disculpa a la Iglesia Católica por comentarios vertidos en su cuenta de Twitter personal.
Al movimiento asistieron decenas de personas que se agruparon primero en el Parque Central y posteriormente hicieron un recorrido por las calles del centro de San José.
Cuatro individuos se plantaron frente a la Catedral Metropolitana mientras se realizaba una misa y gritaron consignas como “saquen sus rosarios de nuestros ovarios”. La Fuerza Pública se apersonó al lugar para evitar que ingresaran a la Catedral. No se reportó algún tipo de enfrentamiento entre ellos.
