San José, 8 ene (elmundo.cr) – El nuevo ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Manuel Ventura Robles, asumió este martes la conducción de la Cancillería con la visión de impregnar a su gestión los más altos valores de la política exterior basados en la paz, la democracia, los derechos humanos, el medio ambiente y el desarme.
“Bajo estos principios, desarrollaremos una política exterior con acciones prioritarias alrededor de las migraciones y del comercio exterior y en temas contingentes como las crisis en Nicaragua y Venezuela”, comentó el canciller, luego de ser juramentado en sesión de Consejo de Gobierno.
Dentro de sus objetivos se encuentra también la atención imperativa de contar con un servicio exterior de excelencia, fortaleciendo la carrera diplomática.
A partir del prestigio a nivel mundial que tiene Costa Rica, Ventura propone “con humildad y compromiso, acrecentar nuestro respeto y levantar la voz en foros como la Organización de los Estados Americanos (OEA) y en las Naciones Unidas (ONU) cuando advirtamos retrocesos o el irrespeto a nuestra convivencia democrática, nuestra institucionalidad y nuestras libertades”.
Por su parte el presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada manifestó que “su aporte al Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos a lo largo de su vida profesional se enmarca en el ámbito en el que Costa Rica debe seguir avanzando: fortaleciendo los DDHH como política de Estado, como forma de tratar a las personas”.
Con una amplia trayectoria y contribución a los derechos humanos durante más de 35 años, Ventura fue juez y vicepresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), donde ocupó también el cargo de secretario y de secretario adjunto.
Ha ocupado diversos cargos, tanto en la empresa privada como en la administración pública y colaborado en el Servicio Exterior costarricense en la Embajada de Costa Rica en Washington, D.C. como ministro consejero en Asuntos Jurídicos, y en la Misión Permanente de Costa Rica ante la OEA, como segundo delegado alterno.