San José, 31 dic (elmundo.cr) – Intensas ráfagas de viento obligaron a los pilotos Juan Manuel Retana y Emma Ramos a esperar en el Aeropuerto de Quepos antes de recoger a los pasajeros en Punta Islita que viajarían al Aeropuerto Juan Santamaría.
De acuerdo con el director de Aviación Civil, Enio Cubillo, la avioneta despegó desde el Juan Santamaría, sin pasajeros, a las 10:15 a.m. con destino a Punta Islita.
Sin embargo, los pilotos se encontraron con mal estado del tiempo y al fracasar en su aproximación al aeropuerto de destino, decidieron desviarse y esperar en el Aeropuerto de Quepos, donde aterrizaron exitosamente a las 10:53 a.m.
Tras tener comunicación de que las condiciones del tiempo habían mejorado, Retana y Ramos emprendieron el vuelo hacia Punta Islita. Allí recogieron a diez pasajeros, todos estadounidenses y emprendieron a las 11:10 a.m. el viaje de regreso al Juan Santamaría.
Sin embargo, minutos después de despegar y por razones que aún no están claras, la avioneta se precipitó a tierra en una zona boscosa y explotó.
Ninguna de las personas a bordo sobrevivió.
“A las 12:20 fuimos informados del fatídico desenlace de este vuelo”, dijo Cubillo.
Bomberos de Costa Rica reaccionó a las 12:23 p.m. y despachó varias unidades al lugar del siniestro. Los primeros en llegar fueron personeros de la Cruz Roja, quienes no encontraron sobrevivientes entre los restos calcinados de la avioneta.
“Todos los servicios de emergencia fueron activados desde el momento en el que se recibió la primera alerta. Las autoridades se concentran en el proceso de recuperación de los cuerpos, que serán trasladados a la medicatura forense en San Joaquín de Flores, y a partir de mañana a primera hora iniciarán las investigaciones de las causas del accidente”, indicó la Casa Presidencial mediante un comunicado divulgado en sus redes sociales.
