San José, 10 mar (elmundo.cr)- En el marco del “Seminario Regional de Parlamentarios de América Latina y el Caribe”, el presidente del Movimiento Diversidad, Marco Castillo, arremetió contra la religión.
De acuerdo con el activista, el sector religioso promueve desde el Poder Legislativo la discriminación y la exclusión de las personas LGBTI, lo que ha impedido que los proyectos de ley que han sido presentados a la Asamblea Legislativa y que les favorecen, estén paralizados.
“El fundamentalismo religioso, un espantoso cáncer social, ha logrado dominar nuestra Asamblea Legislativa, valiéndose de un lacso reglamento de operación que permite paralizar los proyectos de ley que puedan favorecer nuestros derechos”, afirmó el líder del Movimiento Diversidad.
Asimismo, considera que impedir que un derecho humano sea reconocido es una imposición arbitraria, antidemocrática y excluyente, por lo que los lideres religiosos, no deben obligar al resto de la población a “vivir como a ellos les parezca”.
“El fundamentalismo religioso, tiene como principio que sus creencias, sus interpretaciones literales de sus libros sagrados y acomodadas a reglas de conducta obsoletas, tienen que ser obligatorias hasta para quienes tienen otras creencias religiosas. Y desde posiciones de poder se las imponen a todas las personas”, insistió.
No obstante, Castillo asegura que ese no será un motivo para rendirse y por el contrario afirma que les da más fuerza para salir adelante.
Por ello, adelantó que desde el grupo al que representa, intentará cumplir cinco objetivos de lucha a mediano plazo, tal y como lo son: el reconocimiento de la identidad de género; reconocimiento de las parejas del mismo sexo; eliminación del discrimen y penalización de los crímenes de odio; políticas de salud adecuadas para cada condición de las personas de la diversidad; y atención adecuada a las personas infectadas con el VIH (SIDA).
