San José, 29 ene (elmundo.cr) – La comunicación presidencial es moldeada por el propio Rodrigo Chaves Robles, eso es algo de los que pocos al día de hoy tienen duda, y la conferencia de prensa de los miércoles al mediodía claramente tienen el sello propio del mandatario.
Una de las características que se viven hoy en día en las conferencias de Casa Presidencial es que cualquier comunicador, de cualquier medio, puede ingresar y preguntar al presidente, esto es algo que no ha gustado mucho a medios más tradicionales.
Pero bueno, este “folklore” informativo lleva incluso a ver como un comunicador puriscaleño llega con chicharrones para la cocina presidencial, generando críticas de los periodistas de “abolengo”.
El primer paso para ingresar a la conferencia presidencial lleva a los comunicadores a una revisión perruna, más simbólica que restrictiva, los periodistas ponen en una mesa sus pertenencias y son olfateadas por un policía canino de la UPD.
Después de la revisión los periodistas se van sentando donde quieran, sin preferencias de espacio, ahí se une la prensa anti Chaves, los más neutrales y los más cercanos al presidente, entre los presentes todos se conocen y hasta se tienen claras las intenciones de cada quién, ya son reconocidos los periodistas que llegan a disparar (no siempre con buena puntería) al presidente, y también se conoce cuáles son los que no preguntan, si no que aprovechan su espacio para felicitar alguna gestión del gobierno.
Regularmente los periodistas ingresan 30 minutos antes de arrancar la conferencia, preparan cámaras, buscan los mejores ángulos, alistan teléfonos, y esperan el ingreso de Rodrigo Chaves, que siempre encabeza la entrada al auditorio.
Ya en la conferencia, el mandatario hace anuncios que enumeran los acuerdos del consejo de Gobierno, explica las acciones a seguir, o los resultados de otras desarrolladas semanas atrás, firma decretos, da espacio de intervención a ministros, y explica con cierta profundidad la labor de la semana, aquí la principal audiencia se nota en redes sociales o por los medios del Sinart.
Quizás lo que más esperan los costarricenses es la etapa de preguntas de los periodistas, donde muchas veces se desatan las pasiones de los comunicadores unos a favor y otros claramente en contra del mandatario.
No es extraño que el presidente cuestione de manera directa la labor de un periodista, reflejado en la pregunta formulada. Corrige y hasta intenta desmenuzar la mala fe de algunas preguntas, que contienen muchas veces errores conceptuales o deliberadas falacias.
Para muchos estos son los mejores momentos de la conferencia y donde Rodrigo Chaves impregna su sello característico, no se guarda las apariencias, no esconde lo que piensa, y responde de manera directa, aunque algunos lo sientan grosero o prepotente. Es difícil que el presidente se quede callado ante lo que considere no es correcto, y es común que les diga a los periodistas que “están desinformando”, lo que genera molestia en los señalados.
La conferencia avanza, ante las preguntas el mandatario va llamando de manera directa a los ministros aludidos para que amplíen impresiones, para que comenten pormenores o incluso para que solo lo acompañen en el escenario. Igual al final del encuentro, los periodistas pueden solicitar que los atiendan de manera separada cualquier ministro, para ampliar respuesta o aclarar dudas.
La mayoría de detalles de la conferencia están a la vista de todos, hasta la interprete de señas, tiene un espacio en el salón desde donde va realizando su labor.
En la conferencia de los miércoles todos los periodistas tienen espacio para preguntar ya sea al mandatario o a sus ministros, todos contestan, y los comunicadores tendrán material suficiente para sus notas, hasta el siguiente miércoles, donde el sello de Rodrigo Chaves, se volverá a hacer presente.