Heredia, 12 oct (elmundo.cr)-La enfermedad de Chagas vuelve a tomar protagonismo en el área de salud y de investigación de la Escuela de Medicina Veterinaria de Universidad Nacional (EMV-UNA) debido a ciertos hallazgos encontrados en perros, viviendas y alrededores de San Rafael de Heredia, lugar donde se registró vectores infectados por el parásito Trypanosoma cruzi.
La unidad de trabajo está coordinada por la investigadora Gaby Dolz y los co-investigadores Andrea urbina y Marco Herrero, además de estudiantes que colaboran para estudiar el comportamiento de este parásito y su presencia en perros e insectos vectores.
Este estudio inició desde el pasado mes de enero, originado por el interés del área de salud de San Rafael de Heredia de investigar la enfermedad de Chagas en la zona de Getsemaní y tiene como objetivo tomar las medidas oportunas de control y prevención mediante capacitaciones a toda la población de este sector herediano que está expuesta a la transmisión del parásito mediante el deneminado popularmente “chinche”.
Los laboratorios de Zoonosis y Entomología de la EMV-UNA hallaron a un perro con una infección aguda reciente y 20 seropositivos (con anticuerpos contra este parásito), de un total de 289 animales examinados. En el caso de las 204 casas inspeccionadas, 20 de ellas dieron positivo con la presencia de vectores infectados con este parásito.
Además, los investigadores de la UNA enviaron sus resultados a Equipos Básicos de Atención Integral de la Salud (EBAIS) respectivo y al Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA) para que en aquellas casas donde se encontrara el parásito, las personas fueran debidamente examinadas.
Agente causal de la enfermedad
Esta enfermedad es transmitida por un parásito llamado Trypanosoma cruzi , contagiado por el contacto con las heces infectadas del insecto llamado Triatoma dimidiata, conocido también como chinche “chupa sangre”.
Al defecar, las heces del insecto que contienen formas parasitarias pueden infectar al ser humano y a los animales, ingresando por el sitio de la picadura en piel o mucosas.
La especie se encuentra en zonas tropicales, a menos de 1.600 metros sobre el nivel del mar y las especies adultas, a menudo, vuelan de zonas boscosas a las viviendas y si las condiciones son favorables, los insectos se adaptan y reproducen en sitios donde haya acumulaciones de leña, depósitos de materiales abandonados y otros sitios creados por el ser humano, cercanos a la vivienda.
Riesgo para los humanos
De acuerdo con Urbina explicó que en humanos la enfermedad puede ocurrir de dos formas: aguda y crónica.
La aguda se caracteriza por síntomas leves similares a un resfriado o pueden estar ausentes. En la mitad de los casos, suele inflamarse el sitio de entrada del parásito, a la vez en personas expuestas puede presentarse una inflamación en los ojos conocida como signo de Romaña. Esta fase dura alrededor de dos meses, cuando el agente está en la sangre.
Sin tratamiento adecuado, los casos agudos pasan a la fase crónica para la cual no hay tratamiento eficaz. Los casos crónicos pueden desarrollarse en 20 ó 30 años y es cuando el parásito se aloja en el corazón y provocar problemas cardíacos.
Es catalogada como una enfermedad peligrosa y en algunos casos, hasta mortal, presente en 21 países de América Latina, y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los síntomas pueden ser fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico en la fase aguda y trastornos cardiacos, así como alteraciones digestivas (típicamente, agrandamiento del esófago o del colon), neurológicas o mixtas en la fase crónica.
Manejo ambiental
Con el propósito de velar por una reflexión de esta población herediana, los investigadores realizarán capacitaciones y visitas a las casas de Getsemaní para informar y recoraar la importancia del manejo ambiental y la tenencia adecuada y limpia para las mascotas.
Los especialistas recomiendan un manejo integral del ambiente, limpieza donde se almacenan objetos, así como cambios y reparaciones en las viviendas, lo cual resulta más efectivo que la fumigación o matar al insecto. De igual forma, evitar que los niños y mascotas estén en contacto con los chinches.
