San José, 24 abr (elmundo.cr) – Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional (UNA), la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) propuso el proyecto de investigación “Factores que contribuyen con la emisión de gases efecto invernadero en el bosque seco y su interrelación con la integridad del ecosistema”.
Este proyecto fue financiado con fondos del Consejo Nacional de Rectores (Conare).
El grupo de investigadores, que fue apoyado por varios estudiantes de grado y postgrado, analizó los patrones de emisión de los gases de efecto invernadero CO2, N2O y CH4 en el suelo.
Los científicos también evaluaron dos estadios de desarrollo del bosque seco (joven y maduro) y dos tipos de suelo (Vertisol y Entisol) para para entender si estos factores afectan su producción de gases y cómo se relaciona esto con la estacionalidad climática.
Braulio Vílchez, investigador del TEC y coordinador del proyecto, comenta que “logramos determinar que el bosque seco es susceptible a varias presiones ambientales que van desde su variación climática inherente hasta los extremos predichos para Costa Rica por el cambio climático”.
Los investigadores también elaboraron un mapa de los principales tipos de vegetación y caracterizaron la estructura y composición del bosque y su efecto sobre la protección contra la erosión.
Además, se estudió la competencia inter e intraespecífica de árboles, rasgos funcionales foliares y del tallo, así como los grados de inflamabilidad de 20-25 especies de árboles en respuesta a la sequía y a los incendios forestales; asimismo se estudió el efecto de la presión de selección sobre la diversidad genética de las especies de árboles.
Como resultado del proyecto, el grupo de investigadores produjo una base de datos de gases de efecto invernadero en dos tipos de bosque y dos tipos de suelo, un mapeo de los principales tipos de vegetación, y la categorización de las especies arborescentes ante los fenómenos de la sequía y los incendios forestales.
La información generada brindará conocimiento actualizado para que los tomadores de decisión desarrollen mejores políticas públicas para asegurar la conservación de los bosques costarricenses.