Inventan cámara de desinfección mascarillas N-95 en Costa Rica

Cartago, 27 jul (elmundo.cr) – La emergencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19 está agudizando el ingenio y la creatividad. Costa Rica no es de menos e inventaron un prototipo que utiliza dos tipos de desinfección combinados: irradiación con luz ultravioleta y aire activado con plasma para desinfectar las mascarillas para alargar su vida útil.

Científicos del Instituto Tecnológico (TEC) y la empresa Plasma Innova desarrollaron este sistema ante las dificultades para obtener insumos y material de protección importado dada la alta demanda mundial. El prototipo para desinfectar las mascarillas N-95 con COVID-19, pasó oficialmente las pruebas nacionales y ya está listo para su siguiente fase: las pruebas en un laboratorio internacional certificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La investigación surge a raíz de una solicitud realizada por la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) al TEC, a través de la escuela de Ingeniería en Mecatrónica de ayudar con la creación de equipo especializado, en caso de un desabastecimiento de suministros ante la pandemia que enfrenta el país. “Es una máquina que fue creada para ayudar al sistema de salud costarricense inicialmente (…) Hoy en día, la máquina está completamente terminada y queremos dar un paso adicional con una certificación internacional, para acceder, de esta forma, a mercados internacionales”, afirma Erick Silesky, director de Plasma Innova.

Se trata de un prototipo que combina dos tipos de desinfección combinados: irradiación con luz ultravioleta y aire activado con plasma. El primero de ellos, la irradiación con luz ultravioleta, es un método ya validado a nivel internacional. De esta manera, los científicos ticos ya conocen cuánto tiempo debe colocarse la mascarilla a la luz y a qué distancia.

El segundo, el aire activado con plasma, es la novedad que tiene del dispositivo del TEC. Dentro de la cámara, el aire se convierte en plasma y se generan moléculas que purifican cualquier objeto que esté adentro: lentes, lapiceros y mascarillas N95, sin degradarlos. Una de esas moléculas es el ozono.

“El ozono es una molécula inestable y reacciona muy bien con las grasas (justamente así es la envoltura que tienen los virus y bacterias); es decir, la tendencia del ozono al estar en contacto con el COVID-19, sería romper su envoltura y matarlo, explicó la científica del TEC, Marta Vílchez.

De acuerdo con Vílchez, el TEC escogió trabajar con Plasma Innova, al ser una empresa tica, con científicos ticos (muchos graduados en el TEC) y con amplio conocimiento en el manejo del ozono activado por plasma.  La novedad no es en sí la irradiación con luz ultravioleta, un método de desinfección utilizado internacionalmente, sino el hecho de que esta cámara usa aire activado con plasma, lo que genera moléculas de ozono que purifican cualquier objeto que está en su interior.

“Al tener nosotros un equipo que puede producir o que puede desinfectar sin causarle daño a los materiales, virtualmente podemos meter lo que queramos dentro de la máquina para ser desinfectado. De ahí que, entonces, podamos meter dispositivos electrónicos como celulares, tablets, lapiceros, papel, inclusive hasta alimentos, sin llegar a degradarlos o cambiar sus propiedades”, explicó Jaime Mora, científico del TEC.

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