Innoceana afianza su participación en la conservación de Isla del Coco

El equipo de monitoreo, compuesto de guardaparques, investigadora de la UNA y biólogas marinas de Innoceana, en noviembre del 2022.
El equipo de monitoreo, compuesto de guardaparques, investigadora de la UNA y biólogas marinas de Innoceana, en noviembre del 2022.

San José, 23 ene (elmundo.cr) – La organización de conservación marina Innoceana consolida su trabajo de investigación en la Isla del Coco con el fin de monitorear la evolución de los arrecifes coralinos de esa región. Por segundo año consecutivo, el equipo científico  —conformado en la más reciente expedición de finales del 2022 por Laura Vanopdenbosch y Julia Zafra— del Centro de Educación y Conservación Marina de Innoceana (MCEC Innoceana Costa Rica) sigue llevando a cabo estudios en la localidad más remota de Costa Rica para recopilar datos biológicos y fomentar un intercambio colaborativo con los guardaparques en protocolos y metodologías de conservación.

Con un plan piloto que fue definido en el 2021 y perfeccionado en el 2022, se han asentado ya los precedentes para seguir investigando los ecosistemas marinos del Área de Conservación Marina Coco (ACMC) y cómo estos evolucionan con el paso del tiempo. Asimismo, la información recabada por las expediciones anuales de Innoceana y el SINAC permitirá determinar los efectos de la ampliación del Parque Nacional Isla del Coco (PNIC), entrada en vigencia a finales del 2021.

Aunado al Protocolo Nacional de Monitoreo Ecológico (PRONAMEC) que el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) ha implementado para evaluar los arrecifes coralinos y rocosos, los guardaparques de la Isla del Coco ahora agregan un protocolo de fotogrametría 3D, propuesto por Innoceana, quien los ha capacitado para este fin. Tal monitoreo de modelos 3D ha sido diseñado para realizarse dos veces al año (una vez durante la época lluviosa y otra durante la seca) en los mismos sitios de Isla del Coco donde el SINAC ya está realizando el PRONAMEC, con el fin de comparar datos y observar la evolución de los ecosistemas.

Los modelos 3D proveen un soporte sumamente visual del estado del arrecife. Este mapeo tridimensional permite, entre otras cosas, entender la cobertura coral-alga, blanqueamientos, enfermedades, aumento o disminución en el tiempo y la rugosidad coralina —es decir, su complejidad, indicador fundamental de biodiversidad y salud—. El mapeo 3D vendría a suplantar en un futuro la técnica de las cadenas, parte del protocolo nacional actualmente usado para determinar la rugosidad. Este mecanismo usa cadenas que se colocan sobre los pólipos de coral y puede resultar invasivo y dañar el arrecife a causa del peso que le es impuesto.

Ejemplo de modelo 3D del sitio llamado Pan de Azúcar, una muestra óptima de un arrecife coralino sano. Su dimensión es de 100m2 y fue realizado por fotogrametría con un aproximado de 400 fotos.

El modelado 3D propuesto por Innoceana permite reconocer los elementos antes expuestos de manera mucho más precisa que los métodos actuales.

La Isla del Coco siempre ha sido objeto de admiración internacional, dada su ubicación geográfica y abundancia de especies endémicas. Foto por Yulian Cordero.

Como parte del estudio de la salud de los arrecifes coralinos del ACMC, se busca ampliar la incidencia de la investigación incluyendo vuelos de dron con el propósito de crear mapas 2D más extensos que, gracias a la claridad del agua, permiten ver el crecimiento o decrecimiento del arrecife coralino en el tiempo. Esta cartografía se conoce como “El suelo de cristal”, metodología que Innoceana ya ha llevado a cabo en Tenerife, Islas Canarias, para apoyar la conservación del pasto marino, ecosistema vital para la vida marina de esa región española.

Ejemplo de un mapa 2D realizado con dron de Bahia Chatham, unos de los sitios monitoreados en la Isla.

En la más reciente expedición de Innoceana a la isla, se han grabado también las voces para la próxima entrega de Innotales, libros digitales interactivos infantiles que fomentan el comportamiento pro-ambiental desde temprana edad. Los guardaparques grabaron y dieron vida a especies marinas de la región, personajes del próximo cuento que se llamará “Golfillo, el tiburón martillo, en busca del tesoro perdido”, narración que explora los misterios asociados con esta mítica isla.

Para obtener más información sobre esta colaboración, los resultados de las expediciones y su relevancia para la conservación marina, le invitamos a registrarse para un seminario web en vivo el 15 de febrero, en inglés a las 10am CR y en español a las 12pm CR, a través de Zoom.

Innoceana efectuó una donación de un dron y del equipo fotográfico necesario para el levantamiento de datos en la Isla del Coco.

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