San josé, 3 jul(elmundo.cr)- Durante 30 años se estudió el crecimiento de la mancha urbana y la retrospectiva del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda (SFNV), el cual se refleja en el Informe Nacional de Vivienda que evidencia la tradicional forma de calcular el Déficit cualitativo, excluyendo un total de 407.538 viviendas que presentan estado regular, que no muestran hacinamiento y otras en estado regular pero necesitadas de varias reparaciones.
Este informe reseña un periodo de 30 años, sin embargo en algunos temas la retrospectiva irá más allá de ese tiempo. Es lo que demuestra un primer capítulo relacionado con el entorno económico actual y un segundo sobre los indicadores de vivienda al 2016.
El tercer capítulo de dicho informe tiene como finalidad revisar la evolución de los principales indicadores de vivienda a partir de los datos censales principalmente de 1984 al 2011 y su relación con otros indicadores como los bonos familiares de vivienda, asentamientos en precario y otras variables de interés.
“La diferencia con el cálculo real que nosotros como Fundación Promotora de Vivienda(Fuprovi) propone el tomar ese tipo de viviendas en cuenta, ya que la forma de calcularlo tradicionalmente muestra una tendencia a la disminución, pero disminuye el hacinamiento, no las viviendas en su estado físico” dijo Franklin Solano coordinador de la Unidad de investigación de Fuprovi.
En ese sentido, el trabajo constante ha permitido identificar algunos problemas, vacíos y limitaciones de éstos. Es por ello, que el capítulo cuarto se dedica a una revisión metodológica sobre el cálculo del Déficit Habitacional y justifica una propuesta ante la necesidad de contar con una medición más acertada y actualizada de la situación nacional.
El quinto capítulo se enfoca en una revisión detallada del crecimiento de la mancha urbana de la gran área metropolitana durante estas tres décadas pasadas, revisando estudios ya conocidos, pero sobre todo, con el aporte de una revisión minuciosa de la construcción residencial en el cambio urbano de este espacio particular.
Al parecer los Bonos Familiares de Vivienda no han sido una herramienta adecuada para el alojamiento de las poblaciones con menos recursos en zonas atractivas y adecuadas dentro de la GAM.
Por otro lado, el Plan GAM 1982 sigue vigente después de 37 años. Las actualizaciones, modificaciones o planes nuevos no han sido exitosos. El Plan GAM 2013-2030 se encuentra oficializado pero no ha sido puesto en vigencia por discusiones en los temas ambientales.
“El país tiene una deuda importante que resolver, para la atención y resolución del problema de los asentamientos en precarios; la dinámica es compleja pero es una necesidad real y urgente que se debe mejorar” concluyó Solano.