Ineficiencia en AyA produce largas filas en oficinas centrales

San José, 30 oct (elmundo.cr) – Todo tipo de errores en recibos y procesos de corta de agua por parte de Acueductos y Alcantarillados (AyA) produce largas filas en las oficinas de la institución con quejas y reclamos de los usuarios.

En plena pandemia por el COVID-19, el AyA persiste en fallas en la lectura de medidores y otros procesos de corta que llevan a que cientos de personas se vean obligados a permanecer en filas desde tempranas horas del día.

“Desde las 5 de la mañana estoy aquí haciendo fila, me cortaron el agua, porque me cobraron demasiado, y tengo venir hasta aquí para tratar que me resuelvan, es muy cansado esto”, explicó una vecina de Pavas visiblemente molesta.

Otro usuario de Hatillo se queja de que le cortaron el agua mientras mantiene una disputa con la institución por errores administrativos, “como si uno estuviera de vago, tiene que venir a verle la cara a este montón de incompetentes”, se quejó.

La mayoría de personas se hacen presentes para arreglos de pago por la difícil situación económica que atraviesan por el tema de la pandemia sanitaria.

“Yo no tengo trabajo desde hace ocho meses y no he podido pagar el agua, y me la cortaron, es una injusticia, porque saben que en estos días se debe tener más cuidado con el aseo, pero como hace uno si le cortan el agua, porque no tiene ni cómo pagar”, se lamentaba una vecina de Barrio Aranjuez.

En junio, la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) giró una orden contra la institución para que revisara todas las facturas que se cobraron durante los primeros meses de la pandemia.

Esto debido a que el AyA no midió el agua consumida, sino que sacó un promedio y en base a este cobró el servicio, ya el regulador general, Roberto Jiménez, había calificado como incorrecta esta fórmula.

También al cobrar más alta las tarifas a los abonados se les cobró por los altos montos el Impuesto de Valor Agregado (IVA), sobre esos montos.

La institución aún no le ha resuelto los problemas a una gran cantidad de usuarios que deben ir a las oficinas a hacer filas desde tempranas horas de la mañana, pues la institución ha sido incapaz de solucionarle su situación por teléfono o vía electrónica.

EL MUNDO trató de ponerse en contacto con la presidenta ejecutiva del AyA, Yamileth Astorga, pero no contestó a ninguna de las llamadas ni mensajes de texto que se le realizaron.

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