ELECCIONES 2018

¿Qué imagen vende Carlos Alvarado al electorado?

» Alvarado se presenta como una persona creativa, con confianza, conciliador y cercano a los jóvenes

» Su imagen y comportamiento no es del todo creíble para la población, ya que lo consideran una fachada de alguien que sabe qué decir, cuándo decirlo y cómo decirlo

Carlos Alvarado, candidato presidencial del Partido Acción Ciudadana durante un debate organizado por la Uccaep. Foto: Luis Madrigal / El Mundo CR
Carlos Alvarado, candidato presidencial del Partido Acción Ciudadana (PAC). Foto: Luis Madrigal / El Mundo CR

San José, 15 ago (elmundo.cr) – El exministro de Desarrollo Humano y de Trabajo, Carlos Alvarado aspira a alcanzar la Presidencia de la República con el Partido Acción Ciudadana (PAC), tras ganar la convención de la agrupación ante el exministro de Economía, Welmer Ramos.

Alvarado experimentó tras la convención un ligero incremento en la intención de voto, ubicándose en el cuarto lugar entre los aspirantes presidenciales, según la última encuesta de OPol Consultores.

Como parte de la cobertura especial sobre esos comicios, la Unidad de Investigación en Psicología Política de OPol Consultores desarrolló, a solicitud de EL MUNDO, un análisis sobre la imagen que los candidatos presidenciales están vendiendo a los electores.

En esta primera entrega, los resultados están basados en impresiones políticas y sociales en la población, características personales, perfiles psicológicos, comportamiento ante la prensa y un análisis de sus fortalezas y debilidades. Los resultados de dicho análisis serán actualizados cada quince días, con el fin de que la población costarricense pueda ver la evolución de cada uno de los aspirantes a la Presidencia conforme se desarrollan los debates y se acercan los comicios.

Alvarado tiene 37 años, es periodista, politólogo, escritor y músico. Se presenta a sí mismo -según el estudio- como una persona creativa, con confianza, conciliador y cercano a los jóvenes, esto último con sus interacciones en redes sociales; donde habla abiertamente de sus gustos musicales y entabla conversaciones con seguidores de los mismos.

Según el análisis, el candidato oficialista es dinámico y ambicioso, sin embargo, su imagen y comportamiento no es del todo creíble para la población, ya que lo consideran una fachada de alguien que sabe qué decir, cuándo decirlo y cómo decirlo, con el fin de ganar simpatizantes.

El exministro de Solís es atractivo para la población joven del país, una que según la última encuesta del CIEP de la Universidad de Costa Rica no simpatiza con Liberación Nacional ni la Unidad Social Cristiana, pero que también es la que más tiende a abstenerse de involucrarse en política e incluso, asistir a las elecciones.

Como fortaleza, el estudio determinó que Alvarado sabe cómo dirigir de forma adecuada los mensajes y propuestas según la población a la que se está refiriendo y sus respectivas necesidades, sin embargo, carece de firmeza al hablar.

Asimismo, Alvarado ha manifestado su apoyo a la agenda de los Derechos Humanos, incluidos los de la población LGBTI, lo que puede valerle el apoyo de la población sexualmente diversa, pero costarle la del lado conservador.

Finalmente, al candidato oficialista le juegan en contra varios aspectos: su edad, que puede interpretarse como falta de experiencia (a pesar de haber ocupado múltiples cargos); repetir las ideas del partido y las del actual Gobierno, que puede ser interpretado como alguien sin ideas o propuestas novedosas y que causen un impacto positivo en el país, así como el hecho que la seguridad y confianza en sí mismo que muestra, se basa en que el Gobierno de turno es de su partido.

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