San José, 15 ago (elmundo.cr) – El expresidente de la Asamblea Legislativa, Antonio Álvarez Desanti aspira a alcanzar la Presidencia de la República con el Partido Liberación Nacional (PLN), tras ganar la convención de la agrupación ante el expresidente José María Figueres.
Álvarez parte como favorito en las encuestas que se han publicado hasta ahora, a seis meses de las elecciones generales donde se escogerá al sucesor de Luis Guillermo Solís. Su ascenso inició al pasar de diputado a Presidente de la Asamblea Legislativa, donde usó la popularidad obtenida al gestar acuerdos que culminaron con la aprobación de proyectos importantes, como el tope a las pensiones de lujo, para lanzar su candidatura a Zapote. Álvarez fue el único de los diputados aspirantes a la presidencia que renunció a su curul al asumir la candidatura.
Como parte de la cobertura especial sobre esos comicios, la Unidad de Investigación en Psicología Política de OPol Consultores desarrollaró, a solicitud de EL MUNDO, un análisis sobre la imagen que los candidatos presidenciales están vendiendo a los electores.
En esta primera entrega, los resultados están basados en impresiones políticas y sociales en la población, características personales, perfiles psicológicos, comportamiento ante la prensa y un análisis de sus fortalezas y debilidades. Los resultados de dicho análisis serán actualizados cada quince días, con el fin de que la población costarricense pueda ver la evolución de cada uno de los aspirantes a la Presidencia conforme se desarrollan los debates y se acercan los comicios.
En el caso de Álvarez Desanti, el informe determina que el liberacionista se presenta a sí mismo como un empresario y abogado exitoso, integrante de una familia tradicional (esposo, padre y abuelo), académicamente preparado y con experiencia en el ámbito político.
El candidato liberacionista muestra en público, según el estudio, una actitud de cercanía, preocupación, interés y compromiso en temas que en los últimos meses han sido los considerados como “más importantes” para los costarricenses, a saber: el desempleo, delincuencia, acoso sexual, situación de la Caja Costarricense del Seguro Social e infraestructura.
Sin embargo, a Álvarez le juegan en contra varios aspectos: el pasado de corrupción de integrantes de su partido, los escándalos por la adquisición de tierras indígenas en Panamá, el hecho de que trascendiera en la prensa que trabajadores de sus bananeras estaban en la zona de impacto directo del huracán Otto y que en su momento, como ministro de Gobernación, dijera que defendería los “valores morales” evitando que se celebrar un congreso de lesbianas en Costa Rica y además, es impopular entre el sector de la población crítico de las cúpulas de poder.
A nivel psicológico, el estudio determinó que el candidato del PLN tiene reacciones explosivas, experimenta pérdida de control emocional, se mantiene a la defensiva y estar en situaciones de tensión le genera inseguridad al expresarse.
Además, Álvarez ha mostrado desinterés a comentarios negativos o de cuestionamiento del público, sin embargo, es sensible a estos.