Redacción, 17 abr (elmundo.cr) – Personal del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) logró retirar el sedimento acumulado en la toma de agua de la planta Toro I, producto de las erupciones del volcán Poás, por lo que normalizó el sábado anterior las operaciones del complejo hidroeléctrico.
Como medida preventiva, el ICE había sacado de funcionamiento el jueves de la semana pasada las plantas Toro I, II y III, con el fin de evitar daños en las turbinas de estas centrales por lo abrasivo de los sedimentos.
La toma de agua de Toro I se ubica ocho kilómetros al norte de la comunidad de Bajos de Toro Amarillo, en Valverde Vega. Las aguas del río Toro permiten la generación eléctrica en cascada, a través de las plantas Toro I, II y III.
“Luego de dejar fluir en forma natural por algún tiempo los residuos acumulados repentinamente, y de comprobarse la disminución de éstos en el cauce del río Toro, se reanudó la generación de electricidad con estas plantas”, informó Luis Alfredo Mora, encargado de las plantas Toro I y Toro II mediante un comunicado de prensa.
“Igualmente nos mantenemos alerta ante nuevas afectaciones en afluentes como el río Desagüe —el más impactado por la actividad del volcán— en el cual estamos realizando cada hora un monitoreo para medir la concentración de sedimentación”, indicó.
Agregó que también se controla el efecto de las lluvias que se presenten en la zona, pues podrían arrastrar materiales generados por el volcán que permanecen en las orillas de los ríos.
Entre tanto, el resto de las plantas de generación eléctrica, así como las redes y servicios de electricidad y telecomunicaciones del ICE funcionan con normalidad y no se reportan afectaciones por la actividad del Poás.
Los Equipos de Respuesta Inmediata del Instituto se mantienen alerta para actuar ante cualquier eventualidad, con base en los reportes e indicaciones de la Comisión Nacional de Emergencias.