Análisis

Gonzalo Ramírez: el poder que surgió detrás del trono

» Le arrebató la presidencia del Partido Renovación Costarricense a Justo Orozco

Gonzalo Ramirez Zamora, presidente de la Asamblea Legislativa. Foto: Cortesía ALCR.
Gonzalo Ramírez Zamora, presidente de la Asamblea Legislativa. Foto: Cortesía ALCR.

San José, 5 ago (elmundo.cr) – En cuanto a política se refiere, este ha sido un año redondo sin duda para el diputado Gonzalo Ramírez, quien en medio de críticas y el apoyo de otros tantos, no solo ganó la presidencia de la Asamblea Legislativa, sino que hace una semana fue ratificado por la Asamblea Nacional de su partido, como el nuevo presidente y sucesor de Justo Orozco.

La fracción del Partido Liberación Nacional, en su estrategia para restarle poder al oficialismo, no lo pensó dos veces e impulsó la candidatura de Ramírez, y en ese afán de alcanzar su objetivo, se encerró durante al menos 10 horas con distintos bloques legislativos, tratando de volcar el apoyo hacia el representante evangélico.

El 1 de mayo ocurrió lo que pocos presupuestaban, y lo que Orozco nunca alcanzó; el pastor hizo eco al viejo refrán que dice “a la tercera es la vencida”, ya que luego de tres rondas de votaciones, de forma histórica le arrebató el triunfo al legislador y fundador del Partido Acción Ciudadana, Ottón Solís Fallas, quien en toda su carrera política nunca había ocupado la silla presidencial del Congreso.

Desde aquella fecha, el nuevo presidente del primer poder de la República acrecentaba su liderazgo para propios y extraños, siendo el primer diputado evangélico en la historia de Costa Rica que lograba asumir dicho rol.

A raíz de este acontecimiento, un nuevo reinado se empezó a gestar dentro de las filas de Renovación Costarricense, provocando que temblara la silla en la que por tantos años Orozco presidió. Quién diría que su ex asesor ad honorem sería el causante de aquel movimiento telúrico.

Fue tal el impacto provocado por el sismo, que en mayo del presente año se pronunciaban nuevos bríos, ya que el dos veces diputado y fundador del partido político, Justo Orozco, decidió abandonar el barco que navegó durante 22 años, pues a su parecer la agrupación política había dejado de ser cristiana.

Su renuncia se hizo acompañar del resto de integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y los miembros de los demás órganos partidarios, quienes dejaron caducar sus nombramientos sin buscar una prórroga. De este modo le allanaron el camino a Ramírez en la búsqueda de su segundo objetivo: la presidencia de Renovación Costarricense.

El 31 de julio, hace escasa una semana, Ramírez le puso la cereza al pastel para cerrar un año redondo en sus aspiraciones políticas, ya que con la presencia de 70 delegados fue electo como el nuevo presidente de un renovado grupo político.

“Un nuevo liderazgo se levantó en Renovación Costarricense y en las próximas elecciones vamos a salir de nuestras iglesias para hacer una propuesta real y responsable para el mejoramiento del país, y trabajaremos para triplicar la cantidad de diputados cristianos en la Asamblea Legislativa”, expresó.

La Asamblea Nacional del partido se reunirá en un mes para elegir a diputados de todas las provincias del país y a su candidato a la presidencia de la República. ¿Será aquel poder que surgió detrás del trono?

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