San José, 1 may (elmundo.cr) – El oficialismo alrededor del presidente, Luis Guillermo Solís, sufrió un duro golpe este 1 de mayo en la Asamblea Legislativa, donde lo abandonaron los aliados de otros partidos y tres diputados de su propia agrupación.
Los once votos recibidos por el candidato del Poder Ejecutivo, dejan claro el debilitamiento que ha tenido el gobierno en su primer año de gestión.
Con un Ministerio de la Presidencia prácticamente invisible en el Primer Poder de la República y con roces constantes incluso con los propios diputados del partido Acción Ciudadana, el gobierno mostró su peor cara a un año de asumir el poder.
La figura de Melvin Jiménez le ocasionó a lo largo de los primeros meses un deterioro total al gobierno ante los diputados, que se paga con la elección de Rafael Ortiz como nuevo presidente legislativo.
También tiene un peso importante el hecho de que tres diputados del PAC abandonaran la línea oficial, tomando sus propias decisiones.
El desgaste adicional de la elección interna para el candidato a la presidencia del Congreso, que vivió la presión del fundador del partido Ottón Solís y los choques evidentes entre diferentes diputados oficialistas dejó claro que el presidente Solís tiene cada vez menos lealtades dentro de la Asamblea Legislativa.
Sumado a lo anterior, es claro que el tema prioritario del gobierno para el segundo año de gestión, referente a nuevos impuestos sufrirá un bloqueo constante y hará prácticamente imposible que se aprueben nuevos tributos en esta legislatura.
El golpe es fuerte, y el trabajo para el nuevo ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro Salas, pinta bastante difícil.